Los negocios de útiles escolares y de uniformes que se encuentran en los alrededores de las escuelas públicas poblanas, todavía mantienen incertidumbre sobre las ventas, a pesar del regreso escolar escalonado.

Y es que, aunque las clases presenciales ya son una constante en el estado de Puebla, aseguran que los padres de familia no se encuentran en una situación económica sólida.

Al contrario, refieren que, en el regreso a clases presenciales los bolsillos de los paterfamilias están afectados, por la pérdida del empleo, la reducción de los salarios y la poca circulación económica.

El problema para los negocios que venden útiles escolares y uniformes fue que, durante casi 2 años, no se necesitó recurrir a ellos, por eso, varios quebraron o solamente bajaron sus cortinas en espera del regreso escolar presencial.

José Feria, dueño de una papelería enfrente del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), mostró cierto optimismo, “porque si lo comparamos cuando empezó la pandemia, al mes de agosto que empezaron las clases, sí hubo mucha mejoría”.

“Yo tengo esperanza que este año que empieza, en enero, van a levantar un poco más todavía, pero va a depender del número de alumnos que venga al centro escolar, porque nosotros dependemos de las compras que hacen los padres de familia en los negocios aledaños”, relató.

 

 

Dijo que, hasta el momento y desde la primera reapertura del mes de agosto pasado, las ventas estaban en un 30 por ciento: “Ojalá que aumente el número de alumnos, que aumente la capacidad de la escuela y así tendríamos mejor suerte y mejores ventas”.

La pérdida por las nulas ventas y después la baja demanda, dijo, está terrible, porque en pleno confinamiento por la pandemia estuvo cerrado todo, las ventas bajaron y algunos comercios cerraron.

Por eso, las pérdidas se presentaron al cien por ciento, “muchos compañeros cerraron, otros quebraron y abrieron otros negocios de otras personas, pero ahorita estamos en un 35 por ciento y ya empieza a levantarse”.

Por su parte, Patricia Sánchez, dueña de un negocio de uniformes, señaló que ya esperan el repunte de las ventas de uniformes escolares y deportivos.

“Casi no hemos vendido, venimos de dos años complicados y cuando empezamos de regreso no se reflejó la mejoría de ventas, porque de mil pesos que ingresaban se tenían que invertir 800 pesos de nuevo”, indicó.

Dijo que, “apenas le vamos rascando y no salimos con todos los gastos”, por eso, espera que se estabilice con el egreso a clases, “es nuestra esperanza”.

 

 

A los vendedores de tamales y atole no les fue tan mal en el regreso a clases, ante eso, Christian Hidalgo dijo que las ventas se sienten un poco mejor, “antes estaba más feo”.

Señaló que los tiempos de bajas ventas alcanzaron el 20 por ciento de reducción, lo que le pegó en la economía familiar, porque tienen 2 hijos y esposa y las ventas son su sustento: “Sí me afectó mucho que no haya clases y en una semana espero se estabilicen las ventas”.

Por su parte, Alex, vendedor de gorros y bufandas, dijo que existe incertidumbre, pues aunque hace frío, es incierto que mejoren las ventas de gorros y bufandas para la temporada, porque cuando estaban las clases, las ventas ya eran bajas.

Además, hay otros gastos en las familias, “en las casas hay gastos y no sabemos como se pondrán las ventas, porque encareció el producto para el frío”.