Ante los reclamos crecientes por personas desparecidas en el Estado de Puebla, el rector de la Ibero Puebla, Mario Patrón Sánchez, afirmó, “no hay duda que el gobierno que se auto-adscribe de la Cuarta Transformación, está acumulando sus propios desparecidos”.
Dijo que, al día de hoy, hay más de 20 mil personas desparecidas en estos últimos tres años, por ello, agregó que el gran reto que tiene el Estado es poner en el centro a las víctimas.
A partir de ahí, señaló, se debe bajar la ley estatal para prevenir y sancionar la desaparición de particulares basada en una política pública coordinada.
Además, dejó en claro que el tema de los derechos humanos son claroscuros que acompañan al gobierno federal.
El rector de esa casa de estudios jesuita, aseguró que, no se puede lograr de otra forma, más que “sí y solo sí”, poniendo en el centro de la atención a las víctimas.
Además, destacó, “me parece que los colectivos en Puebla han logrado poner el tema en la agenda pública, lograron la aprobación de la ley local de desaparecidos, pero eso es solo un conjunto de herramientas que les pueden ayudar a exigir mejor sus derechos”.
Patrón Sánchez, aseguró que se tiene que dar el salto a una política conjunta y coordinada entre la comisión estatal de búsqueda, la comisión ejecutiva de atención a víctimas del Estado y la Fiscalía.
Además, señaló que la crisis humanitaria de desaparición está caracterizada por los más de 30 mil cuerpos encontrados no procesados, es decir, que también hay una crisis forense, que forma parte de la crisis humanitaria de las desapariciones.
El rector de la Ibero Puebla, destacó que también es preocupante, por ejemplo, que en el presupuesto de egresos federal, todos los incentivos y aumentos de presupuestos se fueran a la Guardia Nacional, a la militarización, a Petróleos Mexicanos (PEMEX), a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y algunas otros proyectos.
Contrario a eso, aseguró que, los recursos no se destinan al combate a la violencia, la impunidad y a este tipo de plataformas de programas y políticas públicas que se tienen que diseñar para hacer frente a una crisis humanitaria.
“La libertad de expresión sigue siendo desde la perspectiva “o la plata o el plomo”, con la perspectiva de inseguridad que en muchas coordenadas y latitudes del país viven muchos periodistas”.
Lo mismos sucede con las personas defensoras de derechos humanos, aseveró, por eso, cada conmemoración del día de los defensores de derechos humanos, debe reiterarse su respeto y sus derechos.
“Hoy en día, no hay agenda de garantía y vigencia de derechos, poner en el centro de los defensores de derechos humanos, eso es un indicador claro de calidad democrática”.
“Tenerlos en la cárcel o siendo victima de atropellos en su integridad física da cuenta de la calidad democrática y eso, en la agenda de los derechos humanos no se puede trastocar”.