La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha arrastrado temas de interés colectivo que no ha podido resolver, “está invisibilizada y el papel de su presidente, José Félix Cerezo Vélez, ha dejado mucho que desear”. El coordinador de la Maestría en Derechos Humanos de la Ibero Puebla, Rubén Alberto Curiel Tejeda, dijo que dentro de los grandes errores del actual presidente de la CEDH está su negación a escuchar a los grupos y organizaciones de la sociedad civil.
“Desde que fue nombrado tuvo problemas por no escuchar a los grupos y organizaciones de la sociedad civil, que es uno de los temas que debe de hacer como facultad que tiene y como obligación, revisar agenda y abrirles las puertas”.
La CEDH de Puebla no tiene calificación positiva, ha dejado mucho que desear, el trabajo profundo que debería hacer una comisión, no lo hace, dijo.
Además, el académico de esa casa de estudios jesuita aseguró que los diputados de la pasada legislatura que lo nombraron tienen también responsabilidades y complicidades.
Y es que hicieron toda una revisión de diversos actores que recibieron y desahogaron la agenda, “pero llama la atención que los propios diputados, en algunos casos, no tienen ni la licenciatura ni la capacidad para elegir al presidente de la CEDH de Puebla”.
“Eligen a una persona, que es poblano, pero no cumple con los requisitos básicos en materia de conocimiento de derechos humanos y no vivía en Puebla, por eso, esta legislatura que lo eligió tiene complicidades por el nombramiento”.
El académico de la Ibero Puebla, dijo que el trabajo que se hace en la comisión es del día a día, es burocrático, pero que en la gran mayoría de los casos se ve invisibilizado.
Recordó que en el sexenio de Rafael Moreno Valle, la CEDH de Puebla, a cargo de Adolfo López Badillo, tuvo esta problemática, sobre el niño de Chalchihuapan, el caso lo tuvo que atraer la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Es un tema histórico, el problema es que el Ejecutivo del estado tenga algún tipo de participación en la elección, aunque fue elegido por el Congreso del Estado de Puebla”.
En el caso de Cerezo Vélez, no ha sido la excepción, externó, porque se hizo una convocatoria abierta en que participaron una serie de expertos en materia de derechos humanos y realmente se le dio a una persona cercana al gobernador que ni siquiera vivía en Puebla.
Cuanto el titular de la CEDH en Puebla llegó al cargo, no conocía lo que tenía que hacer, ni sus facultades, “entonces nos encontraremos con problemas y también al hecho que, el presidente está sujeto a los intereses del Poder Ejecutivo”.
En el caso del menor hallado muerto en la cárcel de San Miguel, no quiso que se hiciera la investigación desde la CNDH, que tiene facultades, aunque se demuestra que, en este tipo de situaciones, la nacional tiene toda la facultad de atracción del tema.
Curiel Tejeda, encuentra que, a pesar de tantos lastres, pueda dejar el cargo, pero seguro se quedará hasta que termine la actual administración.