Una razón por la que apenas el 1.8 por ciento de las empleadas domésticas del país tiene seguro médico es que laboran para diferentes patrones y con horarios variables, reveló la académica de la Ibero Puebla.

Uno de los factores que contribuyen a la lenta incorporación de las trabajadoras del hogar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la discriminación por género, porque a pesar de que en el país sólo existe un 13 por ciento de empleados domésticos varones, a éstos se les otorga seguro médico en mayor proporción. 

La también responsable del área de Género de la Universidad Iberoamericana Puebla, dijo que, en virtud de los recientes datos publicados sobre el oficio en cuestión, que indican que sólo el 1.8 por ciento de las empleadas domésticas del país tienen seguridad social

La especialista sostuvo que existe una brecha o desigualdad de género en la materia, porque del universo de personas trabajadoras del hogar que están aseguradas, un 30 por ciento son varones

La académica señaló que la situación en cuestión es similar en Puebla, aunque sostuvo que no existen estudios recientes en la materia. 

Detalló que, en octubre del 2020, el primer corte del programa piloto implementado por el IMSS registró la incorporación de 27 mil 640 personas. 

Un año después, se superaron las 40 mil incorporaciones, mientras que el dato más reciente, con corte al 28 de febrero del 2022, revela la inscripción de 43 mil 823 personas

Lo anterior, de un universo nacional de 2 millones 336 mil 518 personas trabajadoras y trabajadores del hogar contabilizados por el Inegi

"Lo que vemos en este breve reencuentro es que aunque el número sí se ha mantenido en ascenso, digamos, es un dato a la alza, el porcentaje sigue siendo muy poco en relación a la población que debería tener cobertura y, además, el ascenso es extremadamente lento".

Acerca de los motivos por los que ha sido difícil otorgar la prestación en cuestión a las trabajadoras del hogar, la académica de la Ibero indicó que uno de ellos es que el programa del IMSS está basado en un modelo ideal de empleada doméstica que labora el día completo y con un solo patrón.

Dijo que varias integrantes del sector referido tienen distintos empleadores y a veces perciben un salario menor al solicitado por el IMSS en sus reglas de operación, que es entre 141 y 213 pesos diarios. 

También mencionó que varias de las trabajadoras no cuentan con conocimientos digitales y desconfían de las instituciones

La especialista de la Ibero Puebla estuvo de acuerdo en que la Secretaría del Trabajo debe incrementar las campañas de difusión sobre la incorporación al IMSS para que tanto empleadores como trabajadoras cuente con información clara, accesible y pertinente acerca del programa

Por último, apuntó que se requieren promover procesos organizativos entre las trabajadoras del hogar, porque su labor las aísla y no les permite crear redes de apoyo.

Fue a principios del 2019 cuando la titular de la Secretaría de Trabajo federal, María Luisa Alcalde, comunicó que las empleadas domésticas tendrían acceso a todos los rubros que brinda el IMSS como servicio médico, incapacidades, pensiones y prestaciones sociales.