El cambio climático ya generó en el rubro de la salud, un impacto importante, porque muestra que las condiciones climáticas del altiplano central donde se encuentra Puebla han favorecido la presencia del dengue.

Se trata, dijo la integrante del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente de la Ibero Puebla, María Eugenia Ibarrarán Viniegra, de una enfermedad endémica de zonas cálido-húmedas, que se prevé migre a territorio poblano.

“Otras enfermedades también podrían estar migrando, hacia la entidad por las nuevas condiciones climáticas. Las proyecciones no son halagadoras, ya que según diversos estudios y la propia Estrategia Estatal de Cambio Climático, se espera que para el 2050 la temperatura siga aumentando y la precipitación se reduzca”.

Esto a su vez, dijo, disminuirá los escurrimientos hacia los ríos y hacia los mantos acuíferos, y con ello la disponibilidad de agua tanto para los ecosistemas como para consumo humano y de actividades económicas.

Además, dijo que, el sector agropecuario se ha visto afectado por aumentos en temperatura desde hace años y está documentado que en Teziutlán se había desfasado ya en un mes el periodo de lluvia.

Además, la temperatura había aumentado causando pérdidas económicas al sector y pérdidas humanas por las inundaciones.

Estas condiciones también han afectado la producción agropecuaria en otros puntos del estado de Puebla y en particular a la agricultura de temporal.

Ibarrarán Viniegra, explicó, “la producción de maíz se ha visto especialmente afectada y las zonas aptas para su cultivo de han reducido”.

El impacto social de esto será enorme dado que el maíz es un cultivo de consumo básico y que mucha de la producción es para el autoconsumo de los más pobres del país, “esto implicará, sin ambigüedad a dudas, su mayor empobrecimiento y vulnerabilidad ante el cambio climático”.

Dijo, “según la Estrategia Estatal de Cambio Climático 2021-2030 recientemente publicada por la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, en abril de este año, la temperatura media anual en Puebla entre 1981 y 2010, fue de 17.8°C, y la tendencia es que ésta se incremente en 0.04°C por año".

Sin embargo, el incremento en 2020 fue de +1.3°C y en 2019 de +1.2°C, ambas muy por arriba de lo esperado.

Ante eso, dijo que el aumento del calor en Puebla se explica, probablemente, en que estemos sufriendo las condiciones asociadas al cambio climático.

En cualquier caso, estos aumentos en la temperatura nos afectan a nivel individual y colectivo, y también afecta a los ecosistemas, “solo acciones contundentes, individuales y colectivas, pueden ayudarnos a salir adelante”.

Dos de los fenómenos asociados al cambio climático son el aumento en las temperaturas y la reducción en precipitaciones o lluvia y Puebla padece ambos.

En cuanto a la lluvia, dijo María Eugenia Ibarrarán, la precipitación anual acumulada entre 1981 y 2010 fue de mil 365 mm., pero en la estrategia antes citada, se reporta que la precipitación anual acumulada se ha reducido 1.7 mm por año. En 2019 se reporta un decremento de -366.9 mm.

Otro cambio asociado a las lluvias es que la temporada ha cambiado y en general las lluvias empezaban en marzo, pero en 2020, por ejemplo, no fue sino hasta mayo.