Dentro de la reforma llevada a cabo el año 2020 en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no dejaron espacio para la transparencia y la rendición de cuentas.
Así lo declaró el vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, quien consideró que, si las dirigencias seccionales actuales no transparentan se mantendrán dudas entre la base magisterial.
Dijo que, el ejercicio de rendición de cuentas sería uno de los instrumentos de claridad en el manejo de los recursos, sin embargo, seguramente no lo harán, porque utilizan los recursos a discreción.
El vocero del magisterio disidente del Estado de Puebla dijo que, no puede haber una verdadera transición a la democracia, mientras no haya claridad en el manejo de los recursos.
Recordó que las secciones magisteriales en el estado de Puebla reciben dos formas de recursos, las aportaciones de los propios trabajadores de la educación agremiados y las partidas nacionales.
Guerra Castillo, señaló que, históricamente, al interior del SNTE, no existen mecanismos de revisión de los recursos que manejan, que a nivel nacional se traducen en aportaciones millonarias, porque suman más de un millón y medio de trabajadores.
Y en término del manejo de los recursos, dijo el vocero del CDMP, el SNTE es un ente de manipulación, porque no rinde cuentas y los trabajadores de la educación, no conocen el destino de sus aportaciones.
“Es sabido el papel que jugó Elba Esther Gordillo Morales, de corrupta e incluso su antecesor Jonguitud Barrios hizo lo mismo, ambos dispusieron a placer del dinero de los trabajadores”.
"Además, con toda la presencia que siempre ha tenido el SNTE, terminaron por ser instrumento de movilización masiva para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que les dio poder político, además del poder sindical que ya tenían”.
En el caso de las dos secciones del estado de Puebla, la 23 y la 51 del SNTE, se repartieron candidaturas y terminaron siendo tentados por el poder.
Miguel Guerra, dijo que, muchos dirigentes nacionales y seccionales, fueron adsorbidos por el partido oficial y encontraron otros espacios de oportunidad para obtener poder y dinero.
“Casi todos los dirigentes seccionales se adhirieron al partido, con eso tuvieron un buen costal de votos para acarreárselos al PRI, una cosa muy lamentable”.
Lamentó que, con el paso del tiempo, el SNTE se convirtió más en un ente de intereses políticos, que en un defensor de los intereses laborales de los trabajadores de la educación.
Por ejemplo, el magisterio aprendió a hacer proselitismo político y de eso había una ganancia que era administrada por la dirigencia nacional y que se traducía en miles de millones de pesos y beneficios personales, porque no se transparentaban.
Y a pesar de que ha tenido varias reformas, el SNTE no ha buscado instrumentar la transparencia ni la rendición de cuentas, porque tienen forma de evitar hacerlo y al ser recursos millonarios, pueden darle el uso que quieran.