En la dotación de agua potable a la ciudad de Puebla, lo que se observa es que la situación se ha agudizado, es decir, no parece presentarse una situación más favorable de seguridad hídrica.
Así lo reconoció la directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente (IIMA) Xabier Gorostiaga de la Ibero Puebla, Valentina Campos Cabral, “estamos en condiciones de inseguridad hídrica”.
Cabe mencionar que la inseguridad hídrica, se entiende como la falta de capacidad de una sociedad, para disponer de agua en cantidad y calidad aceptables para su supervivencia y para la realización de sus actividades en diferentes ámbitos.
La investigadora de esa casa de estudios de la Compañía de Jesús dijo, “tenemos un acuífero en disponibilidad, pero con fuerte presión, eso a nivel de la capital, pero hay municipios que están con un déficit y una alta presión por la extracción de agua”.
La directora del IIMA, reveló que, estos datos de inseguridad hídrica, de sequía y algún tipo de conflictividad por el acceso al agua o por la ubicación de ciertos actores que están extrayendo en demasía, es resultado de una realidad que parece no está atendiéndose de manera adecuada el acceso al recurso hídrico.
“Este argumento de incremento anunciado corta con cualquier incremento que se proponga”.
Por eso, dijo, “no tienen un argumento que se ofrece para solventar la falta de acceso al agua y la falta de infraestructura o los problemas que hay en esa infraestructura”.
Campos Cabral, afirmó que, ese incremento, en realidad no se pensó para la sociedad, porque la población ha sido condicionada a ciertos elementos, pero la empresa concesionaria está dedicada a la creación de cierta infraestructura, a la identificación de nuevas fuentes de agua y a revisar el estado de la red de agua potable.
Lo anterior, señaló la académica de esa institución de la Compañía de Jesús, se presenta con la coyuntura importante que tienen que ver con el incremento a las tarifas.
Un mecanismo que se previó pudiera solventar esta situación, que es incrementar las tarifas que no se había hecho en varios años, porque se ha combatido el problema del agua.
La directora del IIMA Xabier Gorostiaga, es que el asunto con el incremento a las tarifas es que, dado que el servicio de agua potable fue concesionado a un privado.
Por eso, se da por hecho que el concesionario es el que tiene que enfrentar esta circunstancia, porque está en el marco de sus responsabilidades, lo que debió ser lo conducente.
Sin embargo, es que el argumento es que como no hay una recaudación suficiente por la falta de pago de los usuarios está en imposibilidad de cumplir con sus funciones y esta responsabilidad se transfiere de manera directa a los usuarios a través del incremento de las tarifas, “es una situación controversial”.