México no se coloca en una posición buena en las mediciones de la corrupción, “es el lugar 124 entre 180 países medidos y la calificación que obtuvo México fue de 31 puntos de 100”.

Para el analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, México aparece muy reprobado, aunque no es situación exclusiva del país.

Recordó que a la mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, que asumió como bandera política el combate a la corrupción, el país debería haber registrado una mejor posición que no ha alcanzado.

“Pero venimos muy por debajo del promedio, estamos en las posiciones más bajas”.

Por eso, dijo que, "si el combate a la corrupción se hubiese convertido en una política de Estado, que se buscase atender desde un fortalecimiento institucional y no solamente en un campo discursivo y semántico para hacerle frente a la corrupción, se hubieran registrado mejores niveles”.

Alonso Muñoz, reveló que, en el índice del Estado de Derecho de World Justice Project, que es un ranking global, México apareció en el lugar 113 de 139.

Este índice se estima de qué tanto los países se adhieren a los componentes de un Estado de Derecho y entre los componentes aparece la ausencia de la corrupción.

Esa instancia de medición del Estado de Derecho evalúa ocho factores en la medición global de 2021, “en México el factor con menor puntuación, con 0.26 es el de ausencia de la corrupción”.

“Si solo se midiera este factor, México estaría en la posición 135 de 139 países”. En este índice nuestro país registra un descenso sistemático en los últimos años, “en el año 2015 fue de 0.47 y la última fue de 0.43, ha venido descendiendo un centésimo año con año”.

El académico de esa casa de estudios de la Compañía de Jesús explicó que, no hay muchos países de América Latina que destaquen, “Chile entre esos países en los últimos años, sin embargo, destaca la posición de Chile con movimientos sociales y cambios políticos, con transformaciones sociales y políticas”.

Dijo que, la posición que ocupa el país no es la excepción de la región, “es uno de los fenómenos contemporáneos que han capturado la atención de diferentes analistas y diferentes gobernantes, convirtiéndose en una gran bandera política de los tiempos actuales”.

Dijo, “en la agenda de combate a la corrupción pudo haberse convertido en uno de los problemas estructurales de mayor gravedad en nuestras sociedades, particularmente latinoamericanas”.

La corrupción es un tema global, con componentes muy particulares en América Latina donde la clase política y los gobernantes se han valido de este tipo de prácticas para concentrar el poder, enriquecerse, participar en temas de enriquecimiento ilícito, con los rasgos más antidemocráticos en los tiempos contemporáneos.

Explicó que, existen diferentes mediciones que se realizan para indagar donde se presenta con mayor dosis de preocupación este fenómeno.

La agenda de combate a la corrupción sigue siendo una agenda de la mayor importancia, porque no se resuelve el problema y encima hay nuevos abusos contra los derechos humanos.