La gran mayoría de los jóvenes que cayeron en las drogas durante el tiempo de confinamiento por la pandemia de la COVID-19, no cuentan con redes de apoyo para salir de esa problemática. Así lo aseguró la psicóloga social de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Dulce María Pérez Torres.
La experta en tratamiento y primer acercamiento con los jóvenes de esa institución educativa, que caen en las adicciones, dijo que, el punto más complicado de las adicciones entre los jóvenes hoy en día es la falta de redes de apoyo.
Junto con esas redes de apoyo, aseveró, también se encuentran y los amigos que puede ser la catapulta que los arroje a una solución o, al contrario, lo que los envía a mantener el consumo de diferentes tipos de drogas.
“Y es que, les dicen, compra el alcohol y yo te vendo la cocaína y con eso se te va el problema”, por eso, dijo que, de entrada, se trata de bajar el efecto, porque de lo contrario, se complica el problema, pero si tienen apoyo de amigos es más fácil que salgan del problema”.
Dijo que, “para resolverlo, la situación familiar será importante, la forma en que está el apoyo familiar en relación con el alumno, al joven, incluso también al adulto, muchos que se quedaron sin trabajo y que tuvieron divorcios”.
En ese escenario, la psicóloga social de la UPAEP dijo que los chicos buscarán ayuda, aunque los centros de atención han disminuido y eso complica más la situación.
Por eso, Pérez Torres, recomendó la evaluación y que se envíe a los grupos de doble AA, pero no a los anexos, “debe ir con los que sesionan todos los días y que son apoyos 100 por ciento comprobados para los que quieren dejar de consumir”.
Señaló que, los jóvenes que están dentro del 1 por ciento con problemas y no pueden dejar de consumir se sugiere el internamiento, “hay clínicas privadas de todos los niveles y todos los costos, pero sí es necesario tener un periodo más largo de internamiento, porque el manejo por la edad es mucho más difícil que el de un alumno”.
Aclaró que, son caros los internamientos y los papás lo asumen, pero si la red familiar lo apoya hay muchas instancias, “por ejemplo, Oceánica es carísima”.
Otros no tanto, que tienen fundaciones para generar apoyo para los chicos, “hay lugares donde el dinero no es el obstáculo, pero cuanto la familia no apoya, el problema multifactorial, es difícil que el alumno salga del problema”.
“Las clases en línea hicieron que muchos jóvenes no atiendan las clases, aparentan estar y hacen otras cosas y eso es consumo de sustancias adictivas”.
Dijo, con el regreso a clases, generan una alternativa de solución a sus problemas porque ya hay exigencias de presentarse en sus horarios de clases y presentar tareas.
“Un factor de protección es el regreso de los jóvenes a clases, que disminuyen las adiciones, sin embargo, habrá los que se queden en el problema y tendrán que buscar ayuda”.