Rumbo al proceso electoral en las dos secciones de Puebla del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), todo ocurre como si fuera una máquina que alguien maneja sin mucho problema, “pero no para la defensa de los trabajadores, de los maestros, sino para beneficio de grupos”.
El vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, señaló que, es como una máquina que ya no tiene muchas funciones, que está dando vuelta, pero no hay una vida sindical plena.
Desde la perspectiva del dirigente del magisterio disidente, las elecciones dentro del SNTE, no dan posibilidad de competencia ni de error en la organización.
Por eso, dijo que, será muy difícil que tengan competencia, porque de tenerla, la borran o la absorben hacia el grupo dominante que controla las secciones 23 y 51 del SNTE.
Con la nueva reforma laboral, dijo Guerra Castillo, llevan a cabo en secreto y de forma gradual las asambleas delegacionales en el territorio poblano, “es lamentable siendo un gremio nacional con una gran masa de afiliados al sindicato más grande de América Latina”.
En la actualidad, en el estado de Puebla, no existe un grupo identificado como de oposición de la estructura sindical del SNTE dentro de sus dos secciones.
Por eso, afirmó que, no podrán arrebatar nada a la actual dirigencia seccional de cada uno de los grupos del SNTE poblano.
“Yo, antes de estar en la disidencia participé en los eventos educativos regionales, en los plenos seccionales y siempre había esa censura, como ustedes hacen política, conducen a un sindicato y nada dejan saber a la base, ni las finanzas que sería algo esencial, más las finanzas”.
Sobre los problemas de la educación y los problemas laborales no se discuten en asambleas, dijo, las asambleas son puros formulismos para elegir nada más, no se discute y no hay informes, no hay debate, sobre derechos laborales, sobre educación, sobre vida nacional, no hay debate.
Además, no hay posibilidades de que cuando alguien pide la palabra parece que se hecha a un foso de leones, por qué se atreve a hablar, entonces, todos obedecen y todos callan.
Todo eso, dijo Miguel Guerra, provoca que en Puebla haya una disidencia poco movilizada o escasamente movilizada, porque no se pueden atrever a debatir los estatutos porque es meterse en problemas.
Los estatutos del SNTE, insistió, son para guardarlos, usarlos para conducir los programas, pero no para debatir política, “menos un debate sobre situación política”.
Los estatutos del SNTE, dijo, los sigue, los lee y los analiza, porque le ha interesado el punto, “se conmemoraron 75 años de la federación sindical mundial hace unos días y ahí se afirma que quieren formación política, ideológicas y reforzar las luchas populares y sociales”.
“El magisterio no puede vivir aislado de las luchas sociales, sin embargo, es una realidad que la disidencia magisterial no tiene una estructura movilizada”.