Ante el fallecimiento del gobernador del Estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, la politóloga de la UPAEP, Claudia Ramón Pérez, destacó que, existen más mecanismos de respuesta ahora, que hace 4 años, en que murió la entonces gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
“Me parece también que los mecanismos están previstos, en primera instancia, me parece que hay muchas más certezas que en la ocasión anterior”, y prueba de ello, es que Puebla ya tiene gobernador sustituto.
Recordó que, el 24 de diciembre del 2018 fue sorpresivo, cuando se da el acontecimiento de la muerte de la exgobernadora Martha Erika Alonso y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, hace cuatro años.
Lo que percibe la académica investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno de la UPAEP, es que hay un pesar dentro de los equipos del gobierno de Puebla y del propio Estado, además de los círculos de poder de Puebla.
En relación con la respuesta de los poderes del Estado, Ramón Pérez, aseguró, “me parece que, en ese sentido, han estado a la altura y han sabido responder a las circunstancias que se están viviendo en este Estado de Puebla”.
Y a pesar de las complicaciones que el exgobernador Miguel Barbosa Huerta tenía en su salud y que era de todos conocido, no deja de ser sorpresivo.
No es que fuera algo inesperado, porque aun cuando se sabía, dijo, basta con ver el impacto que tiene en las personas cuando dan el anuncio y cuando ya lo hacen oficial.
Por su parte, el académico de esa casa de estudios poblana, Juan Carlos Espina Von Roehrich, aseveró que, “lo que yo percibo en primer lugar, es una situación inesperada, una decisión de una situación inesperada que generó una gran consternación, porque siempre la pérdida de un personaje con responsabilidad política genera incertidumbre".
Aun conociendo todos, la salud del gobernador, sin duda saber finalmente que ha fallecido fue un momento de consternación y de incertidumbre personal, desde luego también política.
Además, el acontecimiento, crea un espacio de oportunidad que tenemos en Puebla que podría convertirse en un momento de generación de puntos de encuentro.
“Me parece que hay una gran oportunidad porque el fallecimiento del gobernador, ayudó al momento de designar un gobernador sustituto para generar espacios de coincidencia, de encuentro, y desde luego, esperamos que no genere puntos de crispación y de polarización política en el futuro”.