Luego de que, el diputado federal Armando Contreras Castillo, del grupo parlamentario de Morena, propuso la reforma a la Ley Orgánica de la UNAM, para que el rector sea electo por voto universal, libre, directo y secreto, está palpable el riesgo de que ese movimiento se apodere de la máxima casa de estudios del país, alertó el director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo.

En entrevista con Intolerancia Diario, advirtió que, de aprobarse esa reforma, empezará a funcionar a partir del año 2024.

“La polémica iniciativa es para muchos, una primera intentona para tomar el control de la rectoría de la UNAM y con ello, colocar a un rector con afinidad al gobierno de la 4T, lo que le permitirá en el corto plazo incidir en los procesos de elección de directores de facultades e institutos".

Ante eso, aseguró que, esa fórmula, seguramente, se podrá extender para reformar todas las leyes orgánicas de las universidades públicas autónomas del país.

"Aunque hay voces que consideran que, se trata de una nueva iniciativa, porque genera mayor nivel de participación para la comunidad universitaria de la UNAM, en procesos más abiertos y demográficos, en los que el voto de cada integrante de la comunidad valga igual".

En ese contexto, dijo el analista jurídico, ganará el candidato que obtenga el mayor número de votos en los comicios, “es un modelo que se aplicaba en varias universidades públicas del país en los setenta hasta principios de los noventa”.

Ese modelo, añadió, fue sustituido por el voto ponderado o sectorial que, se expresa a través de los consejos universitarios para nombrar rectores y directores.

El director del ICI dijo que, uno de los elementos que deben analizarse antes de aprobar la iniciativa, son las dificultades que implica llevar a cabo todo el proceso electoral en Ciudad Universitaria porque, su población supera los cien mil alumnos y alrededor de 12 mil académicos, algo similar o más grande que, una elección municipal.

Es por eso por lo que, agregó Germán Molina, los costos económicos que traerá consigo conflictos postelectorales, que pueden poner en riesgo la estabilidad de la vida académica de la UNAM.

“Deben ser los propios universitarios quienes definan si el modelo actual de elecciones debe permanecer o si existe la necesidad de cambiarlos, porque solo así, se justificaría que, el poder legislativo federal, aborde una reforma tan trascendental”.

El director del ICI, explicó que existen otras iniciativas que, están en la congeladora legislativa que, demandan ser discutidas y que, no cuentan con el apoyo de la mayoría para iniciar su análisis.

Finalmente, aseveró, en los próximos días se verá si el presidente apoya la iniciativa del legislador de Morena para su aprobación o solo se trata de mandar un mensaje siciliano a la UNAM.