En los centros de detención de migrantes ubicados en los Estados de Puebla y Tlaxcala y adscritos al Instituto Nacional de Migración (INM), prevalece la opacidad en información actual y es constante el trato inhumano en contra de las personas migrantes que ahí se encuentran.

Para el académico del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla, Guillermo Yrizar Barbosa, hay maltrato a los derechos humanos y opacidad en la información de los centros de detención de migrantes.

El INM es una agencia muy poco transparente, que también ha tenido un giro con mayor presencia de personal militar y de cuerpos de seguridad pública que contradice o va en oposición al discurso pro derechos humanos.

En pocas palabras, “la brecha entre el discurso político hacia las migraciones y los derechos humanos es muy amplia en relación con la política y la acción que día a día ocurre en la población en tránsito, a la población retornada y a la situación de la diáspora poblana o mexicana en Estados Unidos, el discurso está muy alejado de la realidad”.

Recordó que, durante lo que va del 2023, no han recibido una respuesta del Instituto Nacional de Migración (INM), para continuar con el monitoreo en los centros de detención migrante, porque cada diciembre, al final del año, hacen un oficio de petición, entonces em 2023 no han tenido acceso porque la autoridad no ha respondido.

De eso, aclaró, tienen el acuse, porque hicieron el proceso y no se les ha dado el acceso, “en 2022 vimos muchas situaciones que reafirmaban lo que dijimos en el informe en cuanto a la falta de comunicación, la falta de información sobre sus derechos”.

Además de las condiciones inhumanas de hacinamiento, de estar encimados unos entre otros, de mala atención médica, de mala alimentación, que les dan comidas en mal estado y de falta de certeza sobre sus procesos.

Yrizar Barbosa, reiteró que, en 2022 observaron muchos casos que el interior de los centros de detención se les llamaban casos de Fiscalía, es decir, casos que probablemente sean personas que estaban siendo víctimas de tata de personas.

Lo anterior, agregó, ya sea en autobús, en una camioneta o en un tráiler, y estas personas en lugar de tener un trato de víctimas eran revictimizadas porque eran encerradas, con muy poca información sobre sus casos y en espera que se resolviera su situación.

“Lo que vimos en 2022 confirmó lo hecho en 2021 aunque tuvimos algunas mejoras que no fueron sustantivas, fueron más bien superficiales”, como el hecho de que alguna vez les llegaron a lavar las cobijas, alguna vez les llegaron a dar jabón, alguna vez les dieron más acceso a papel de baño.

Y aunque mejoró un poco la alimentación, pero en general, en algún momento se cerró el diálogo de parte de las autoridades.

“De nuestra parte, la Ibero Puebla siempre va a estar dispuesta a dialogar y lo que demandamos como mínimo es que se cumpla la ley, eso es lo mínimo que demandamos, porque no se cumple en estos centros de detención”.