En el debate existente sobre modificar la ley para que el nombramiento de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean nombrados por elección popular se corre el riesgo de partidizar esa parte del Poder Judicial y no elegir buenos perfiles.

Para el coordinador de la licenciatura en Derecho y coordinador de la Clínica Jurídica Minerva Calderón de la Ibero Puebla, Simón Hernández León, es importante resaltar los valores de la Constitución, entre ellos la moral, la ética y el derecho.

"Los valores constitucionales son algo que la comunidad siente y estima que deberían tener las situaciones o las conductas que, en sí mismos las trascienden y en ese aspecto se les hace portadores de valencia".

El académico de esa casa de estudios dijo que, para el cargo de ministro de la SCJN se requiere una persona que tenga una trayectoria, la preparación necesaria para desempeñar de manera correcta el cargo, porque es el único poder del Estado mexicano que necesita de verdaderos especialistas en la materia.

En ese escenario, aseveró, es fundamental que los que son nombrados ministros de la SCJN no se encuentren en los partidos políticos, porque de esa manera, se reducen los riesgos de que respondan a intereses políticos.

Por eso, recordó que, el proceso para elegir a los ministros de la Suprema Corte está contenido en el artículo 96 de la Constitución Mexicana, que indica que, el presidente en turno someterá una terna a consideración del senado que, después de la comparecencia de los postulados designará al que cubra la vacante.

En el mismo artículo menciona que, la designación se hará por el voto de las dos terceras partes de los miembros del Senado presentes, dentro del improrrogable plazo de 30 días.

Además, si el Senado no resolviere dentro de ese plazo, ocupará el cargo de ministro la persona que designe el Presidente de la República y en caso de que el Senado rechace la totalidad de la terna propuesta, el Presidente de la República someterá una nueva, en los términos de los 30 días.

El coordinador de la licenciatura en Derecho aseguró que, lo más conveniente es fortalecer esos mecanismos, donde participen colegios de abogados, la academia, asociaciones civiles, en la propuesta y valoración de perfiles, el identificar competencias y antecedentes.

“En la partidización, implica no necesariamente tener a los mejores perfiles en el poder judicial, a largo plazo si bien puede considerarse democrático y no tendrá que representar los valores totales”.

Finalmente, explicó que una dinámica donde el remedio que se propone es mucho más problemático que lo que se busca cambiar, “hay un elemento que hay mucho desafío y un pacto con la gente, porque el poder cercano a la gente es un desafío, pero esta no es la mejor opción”.