Las dirigencias sindicales del magisterio mexicano están desviando sus atenciones al tema político y dejan del lado las demandas de los agremiados del SNTE, reconoció el vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo.

Recordó que su apreciación es que es un sindicato que se ha plegado al gobierno mexicano a través de muchos años de historia al gobierno, a la institución educativa encabezada por la SEP, al gobierno del país en general.

“El sindicato de maestros convive y depende de los mandatos del gobierno, sea este un gobierno de derecha, desde Carlos Salinas de Gortari, pasando por los dos sexenios del PAN también de derecha, hasta el de Enrique Peña Nieto que terminó en el 2018”.

El gremio magisterial que encabeza Alfonso Cepeda Salas dijo el líder de la disidencia magisterial, hoy nuevamente se muestra sin independencia, sin autonomía y sin capacidad de responder a la base, para sumarse de forma oportunista, “esa ha sido una característica del SNTE a lo largo de toda su vida, con momentos de excepción”.

Esta tesis de adhesión al gobierno federal acotó, no fue siempre así, porque hubo tiempos en que el sindicato tuvo pronunciamientos valiosos en defensa de la educación, que en Puebla tuvo fuerte densa, y de los derechos de los maestros, pero siempre se ubica dependiendo de la autoridad nacional.

Lo que se ha observado siempre, dijo Guerra Castillo, es que se mantiene esa dependencia parasitaria, “una expresión que viene de la ecología” y eso es lo que se observa.

“Y aunque en el país tenemos un gobierno progresista, el sindicato se suma de manera incondicional otra vez, de manera oportunista a las campañas políticas y electorales para ganar posiciones y mantener al grupo de compañeros en la dirección sindical”.

Desde la perspectiva del vocero del CDMP, es por esa razón que, están metidos en los temas de la coyuntura electoral y como les interesa quedar bien ahí, no están atendiendo las demandas de los maestros.

“Las demandas de los maestros siguen siendo soslayadas y, por ejemplo, entre las más apremiantes está el otorgamiento de bases, que las ha habido, pero siguen los rezagos”.

La visión de Miguel Guerra es que esa es la naturaleza del SNTE a pesar de que ponen en riesgo la defensa y atención de los trabajadores de la educación y prevalece toda una concepción y escuela de corrupción el poner en riesgo y exponer a los maestros a las decisiones del gobierno.

“Tenemos un gobierno progresista en lo federal, porque de ahí proviene el financiamiento de la educación pública, pero eso no quita que el sindicato tenga que depender en todo de las decisiones de la SEP y del gobierno federal”.

Sin embargo, no es sano que se pierda la independencia y la autonomía del SNTE, que se sumen a las campañas incondicionalmente buscando puestos o canonjías, esa convivencia es atípica y hay una relación de dependencia de intereses.