Con la finalidad de mantener condiciones de tranquilidad en la convivencia diaria entre la comunidad universitaria y evitar las peleas y riñas que hay entre jóvenes, la BUAP busca mantener la cultura del respeto la tolerancia y la atención psicológica entre los estudiantes.
A decir de la rectora Lilia Cedillo Ramírez, la obligación de la BUAP es velar por la salud física y mental de los jóvenes: "Lo estamos haciendo a través de diferentes programas, programa de atención universitaria, atención psicológica, fomentan la cultura de respeto y tolerancia hacia los demás".
Lo que buscan desde la administración central de la máxima casa de estudios del Estado de Puebla, es darle a los estudiantes todos los valores desde prepa y licenciatura, por eso, dijo, asumen la responsabilidad que le corresponde y es fomentar y reforzar los valores que, a veces se dejan a un lado.
Y es que, desde la perspectiva de la rectora de la BUAP, una parte fundamental es el núcleo familiar, donde se tienen que sembrar los valores entre los integrantes de ese núcleo social.
Cedillo Ramírez, aseveró que desde la universidad estatal poblana, asumen esta responsabilidad por eso, como comunidad se necesita del apoyo de los jóvenes y sus familias.
El tema, dijo, es que, cuando los jóvenes salen de su casa y cuando salen a divertirse necesitan aplicar los valores y enseñanzas de su casa, por eso, lo que tienen que hacer es una alianza con los padres y los mismos estudiantes.
"En la BUAP tenemos las mejores intenciones y los programas que se han implementado son para asegurar la mejor convivencia y el desarrollo emocional de los jóvenes, por eso, se mantiene el trabajo permanente entre alumnos de las escuelas preparatorias y del nivel superior".
Por eso, "en nuestras preparatorias hay reuniones seguidas con los padres de familia".
La rectora de la BUAP recordó que los programas estaban presentes desde antes de la pandemia y ahora los jóvenes realizan en sus escuelas ejercicios permanentes sobre seguridad integral.
Los jóvenes tiene que conocer a su familia y a sí mismos, aunque ha habido muchos choques emocionales con los jóvenes que es necesario mencionar, por eso la universidad les da el acompañamiento.
En tiempos de confinamiento la universidad se dio cuenta que se necesitaba una gran cantidad de psicólogos y ante esa necesidad surge el CAETO Centro de Apoyo Emocional y Terapia con Animal, por eso, la universidad detectó que los jóvenes necesitaban atención a raíz de la pandemia.