En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) calculó el valor económico del trabajo no remunerado, traducido en trabajo doméstico y de cuidados, en 7.2 billones de pesos, lo que representó el 24.3 por ciento del Producto Interno Bruto del país (PIB).
Por eso, concluye un trabajo de la Ibero Puebla, el aporte de las mujeres a la economía, tanto en el plano doméstico, como en niveles más amplios, es un aspecto que históricamente ha sido invisibilizado, aun cuando éste ha significado, sin más, la posibilidad de hacer viables la existencia o continuidad de sociedades enteras.
En nuestro país, la gran mayoría de las labores domésticas y de cuidados fueron realizadas por mujeres, con el 76.7 por ciento, en contraste con las realizadas por los hombres, con un 23.3 por ciento.
El estudio de esa institución jesuita revela que, en promedio, una mujer ocupa 9 horas y 9 minutos a la semana para preparar o servir alimentos a su familia, mientras que los hombres dedican únicamente una hora treinta y ocho minutos a la semana.
De igual forma, asegura, las mujeres mexicanas dedican semanalmente 7 horas y 47 minutos para limpiar su casa, lavar o planchar la ropa de su familia, es decir, para realizar lo que comúnmente se llaman “los quehaceres de la casa”, mientras que los hombres dedican 1 hora 37 minutos a la semana, para las mismas actividades.
Revela además que, al explorar la misma brecha de desigualdad de horas entre hombres y mujeres, de acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina de la CEPAL, las mujeres mexicanas dedican 74.4 horas semanales al trabajo.
De las cuales, 20.5 al trabajo remunerado y 53.9 horas al trabajo no remunerado, mientras que los hombres, a su vez, dedican 64.34 horas al trabajo, de las cuales, 44.9 horas al renumerado y 19.4 horas al no renumerado, lo cual implica una clara desigualdad intergenérica de percepciones por el trabajo realizado.
“Estas asimetrías dan como consecuencia, entre otras cosas, que, en comparación con 14 países latinoamericanos, México ocupe el primer lugar con más número de horas semanales que las mujeres dedican al trabajo sin remuneración económica, es decir, las mujeres mexicanas no sólo trabajan más que los hombres, sino que obtienen menos dinero por ello.
Por eso, dentro del estudio, la Ibero Puebla revela que para ejemplificar cómo el tiempo dedicado al trabajo doméstico tiene costos económicos, si se considera el sueldo neto que una persona debería de ganar por realizar una actividad similar al trabajo doméstico en alguna empresa.
Por ejemplo, las mujeres casadas o unidas que desempeñan labores en el hogar deberían ganar 71 mil 517 pesos al año, lo que equivale aproximadamente a 195 pesos al día, mientras que los hombres bajo la misma situación conyugal y por el número de horas dedicadas, deben ganar 22,052 pesos al año, es decir 60 pesos al día.
“Lo anterior evidencia que, en términos monetarios, el tiempo dedicado de las mujeres a los quehaceres del hogar tiene costos que el sistema capitalista y patriarcal no reconoce, invisibiliza y reduce a la gratuidad”.