Al cierre del año pasado, Puebla registró 17% más que el promedio nacional en el rubro de comercio informal, lo que afecta directamente en la economía local.
A decir de Anselmo Chávez Capó, analista económico de la licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP, en el país, el 52% de la Población Económicamente Activa (PEA) se encuentra en economía informal, mientras que en Puebla se ubica en un 69 por ciento.
“Esto es un problema porque si de 100 mil empleos que se crean, 52 mil se van a la economía informal no tiene todos los beneficios que se hubieran esperado”.
Y es que, la economía informal está asociada con la baja productividad, pobreza, desempleo elevado y crecimiento económico más lento y es más frecuente en los países de bajo ingreso porque, a medida que los países se desarrollan, es más fácil que los trabajadores realicen la transición al sector formal.
Además, la informalidad es una actividad que cae fuera de la economía regulada y del sistema de pago de impuestos, como los vendedores ambulantes o los conductores de taxis no registrados, grupos sociales que son difíciles de medir.
Por eso, las personas y empresas que participan en la economía informal suelen operar en pequeña escala y por lo tanto, no hay estadísticas oficiales sobre la economía informal o paralela, como a veces se denomina.
Chávez Capó, dijo que, el problema de la informalidad es más complicado en Puebla porque la tasa de empleo informal es del 69 por ciento, “somos aproximadamente 3 millones en la PEA, de esos, 2 millones 100 mil están en la economía informal”.
Por eso, alertó que, la economía informal pone el riesgo la economía establecida a la que le compiten afuera de sus negocios, entonces, mientras unos pagan renta y permisos, los informales se desarrollan sin cubrir esas erogaciones.
El analista económico de la UPAEP dijo, además, que la economía informal tiene como consecuencias puntos que perjudican a la empresa, porque afecta la productividad laboral y pega directamente en la recaudación de impuestos que redice el ingreso al Estado.
Además, la informalidad genera empleos de mala calidad, porque la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los ubica en condiciones de alta vulnerabilidad, económica y laboral, tanto a los trabajadores como a sus familias.
Los trabajadores informales, tienen salarios bajos, largas jornadas de trabajo, falta de acceso a oportunidades de capacitación, dificultades para acceder al sistema judicial, sin protección para la seguridad y salud en el trabajo.
"La informalidad, es más frecuente en países de bajos ingresos y entre más desarrollados están es más fácil transitar al comercio formal", finalizó.