En el partido hegemónico del país, Morena, se percibe una soberbia peligrosa entre los que dirigen a ese instituto político, porque se saben líderes en las preferencias electorales con posibles resultados a su favor de acuerdo con las encuestas.

A decir del analista político del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Cristopher Mejía Rosas, uno de los problemas que enfrenta es que se han acercado a grupos que tradicionalmente no estaban con Morena.

Por eso, alertó que, dentro del partido hegemónico se está generando en algunas regiones del país una tendencia a la oligarquía, donde son pocos los que ostentan el poder y poco comparten hacia una militancia.

Lo que hacen, es que están en proceso de legitimar y defender intereses de grupos políticos que han sido privilegiados y han tenido posiciones de poder importantes en el viejo sistema de partidos políticos priistas y del PAN que, intentan buscar refugio en Morena y sus aliados.

El también coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales del ICI, dijo que, inclusive se alcanza a ver un tanto de soberbia en la imposición de candidatos dentro del partido hegemónico que imponen por su capacidad de negociación política.

Así como se observa el escenario electoral que se conforma en la actualidad, dijo, algunos de los externos considerados para la elección del 2 de junio de 2024, son estimados por su capacidad económica y por su aportación política al interior del partido.

Lo anterior, aclaró el académico de esa casa de estudios, transgrede un tanto la participación de las bases populares que conforman la historia política del partido Morena y que le han dado legitimidad.

“En algunas regiones del país, en el caso poblano, podríamos caer en esa tendencia, en donde la designación de candidatos está orientada más por el posicionamiento económico y político que tienen los actores políticos que los intereses políticos”.

Mejía Rosas, explicó que, las bases populares del partido hegemónico deben mantener esa vigilancia y tener mayor protagonismo de lucha y exigencia para no caer en el caudillismo político que ha sido parte de la historia política de nuestro país y que al interior del partido en el poder y la coalición que encabeza, parecen con intentos de regresar.

Esos caudillismos, recordó Cristopher Mejía, se han observado en la historia del viejo PRI, en la cual las bases nada más obedecen a las élites políticas que siempre definen sus intereses privados y se olvidan del resto de militancia que es la que sostiene las votaciones.

Por eso, dijo que, más que la militancia partidista, más que seguir líderes deberían impulsar lucha y resistencia social dentro del partido hegemónico para imponerse como posibles elegidos en la representación.

Los candidatos deberían ser elegidos desde las bases populares y no por su posición económica o política al interior del partido o por el pragmatismo partidista de quien puede tener mayor acceso al poder con mayor facilidad por tener recursos o por contar con relaciones políticas.