Ante la salida de una cantidad creciente de militantes destacados y con cargos públicos importantes y de representación popular de las filas del PRI, ese instituto político resta presencia a la alianza de partidos opositores porque viene acompañado de una carga negativa.

A decir del analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, el partido tricolor no solo resta, porque, además, viene acompañado de una carga negativa, quizá la peor entre todas las fuerzas políticas que están en este momento disputándose el pastel.

Y es que, la desbandada del PRI empezó con un grupo de 5 diputados locales encabezados por Jorge Estefan Chidiac, después le siguió un grupo de 5 presidentes municipales y luego funcionarios del gobierno del Estado de Puebla, como la titular de la SEP Isabel Merlo Talavera que ya anunció su renuncia al partido.

En ese contexto, dijo el también coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticos e Innovación Democrática de esa institución, el PRI ya de por sí representaba un lastre para la coalición.

Y es que, también ya de por sí en lugar de sumar representaba un obstáculo para reunir más voluntades y más afinidades en otros sectores de la sociedad, hoy podemos decir que con estas desbandadas muestra la decadencia del partido.

“El PRI está siendo parte de la coalición opositora como un partido que más que ofrecer promesas electorales o un caudal de votos, lo que ofrece es la historia de la marca, que está en decadencia”.

Alonso Muñoz, reconoció que el PRI de hoy, en lugar de sumar, le resta al candidato a la gubernatura de la alianza opositora Eduardo Rivera Pérez, “esta es una pregunta interesantísima, saber si le suma o le resta”.

Lo anterior, agregó el académico de esa casa de estudios jesuita, no por esos personajes que abandonaron al PRI solamente sino por lo que ha sido la historia reciente del PRI, porque estamos ante un partido político que se encuentra en un periodo de decadencia.

Dijo que, no tiene claro si vamos a ver o no la extinción del PRI, “si nos va a tocar presenciar ese acontecimiento”, sin embargo, lo que ha quedado claro es que no hay, a menos que haya una verdadera transformación al interior del partido, incluyendo la renovación de sus dirigentes, sino la clase política que tiene influencia en las decisiones del partido”.

Esto incluye el propio nombre del partido, sus propias siglas y demás, lo que es tomar distancia absoluta de lo que ha sido la historia de este instituto político.

“Queda claro que estamos ante un proceso de decadencia del partido, independientemente de esta desbandada ya el partido significaba un lastre para la coalición opositora sobre todo en aquellas entidades donde el PAN no tenía tanta necesidad de ir en coalición con el PRI”.

Roberto Alonso dijo que, el PRI siempre terminará sumando votos, porque hay una cultura política priista en el sistema político mexicano, “hay una tradición priista de décadas, por no decir de un siglo y veíamos el año pasado que la intención de voto en torno a este partido era entre 16 y 17 por ciento y por eso tiene un peso político”.