Con las renuncias, desbandadas y cambios de partidos políticos que se han presentado en las últimas semanas en el Estado de Puebla, la disciplina partidaria en México está dinamitada y prevalecen los intereses políticos.
Para la politóloga de la UPAEP, Claudia Ramón Pérez, antes era prioritario analizar la disciplina partidaria y hoy queda claro que se dinamitó, además, hay muchas inconformidades al interior de los partidos políticos.
“Hoy lo vemos en el PRI y en Morena y sobre todo de los recursos que se utilizan”, además de posibles candidatos, que no se van directamente a Morena sino lo hacen a través del partido Verde, “porque el partido Verde es pragmático”.
Recordó que ese instituto político, la ha jugado electoralmente con varios partidos políticos, “y eso es un problema que los partidos tienen que analizar”.
Lo cierto, agregó la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno, es que se desdibujaron las identidades y pusieron los intereses particulares por encima de lo común y antes todo se presentaba al contrario, “hoy lo que manda es lo individual”.
Y es que, hoy se negocia por las estructuras que pueda convocar un determinado personaje, pero al mismo tiempo tiene que ver con la falta de capacidad de negociación que existe al interior de los institutos políticos, “ahí vemos algo del esquema”.
El PRI no es un partido que se enfoque en la desaparición, aunque en los últimos años, sobre todo en el periodo de la presidencia nacional de Alejandro Moreno Cárdenas, hemos visto como fueron perdiendo espacios.
Recordó que, han tenido grandes oportunidades de fortalecerse y recuperarse y las han desperdiciado a nivel nacional, “ya lo vemos con Alejandro Moreno, que priistas de cuño decidieron separarse, aunque no se separan del partido como tal sino más bien de la militancia”.
Lo mismo ocurre desde la llegada a la dirigencia nacional del político de Campeche que, ha perdido la mayor cantidad de espacios que el PRI tenía a su llegada.
Ramón Pérez, aseveró que hoy, no existe disciplina ni capacidad de diálogo al interior de los partidos políticos, lo que es una paradoja porque hablamos de la democracia, pero no se toca la democracia interna que, al parecer no les importa.
“Estas cuestiones vienen de la mano con la falta de democracia y de espacios y tienen que llegar a acuerdos y se manifiesta cuando empiezan a fluir las listas y su integración para los puestos de representación proporcional, no antes”.
Meten las manos la dirigencia y los intereses de los diferentes actores políticos que buscan negociar y al no encontrar se van y saben que pueden debilitar al partido y encontrar espacios en otro lado.
De lo contrario, dijo la analista política, terminan por irse a otros partidos políticos porque no sería tan fácil que renunciaran a su militancia, lo pensarían más.