Al reconocer que en la actualidad existen avances en leyes a favor de las mujeres en Puebla y México, esas legislaciones que conocemos son una conquista del movimiento social, ha sido por la presión y eso hay que reconocerlo y valorarlo mucho, no son parte de la propuesta legislativa.

A decir de la académica e investigadora de la Ibero Puebla, Yennifer Paola Villa Rojas, al final les acaparan mucha energía en el diseño de esas políticas que luego generan más instituciones y más expertos pero que no resuelven el hecho de que seguimos siendo víctimas de violencias.

Dijo que hay leyes que ya aplican pero que son productos de la lucha social y no del parlamento, “tenemos que entender de dónde vienen y esto tiene que ver con que históricamente México tiene una fuerza de organización de mujeres, disidentes y antirracistas”.

Esas leyes, reiteró, está en la presión del movimiento que influye, que se organiza, que marcha, que protesta, que empiezan a dialogar con ellas y ahí se generan puentes.

Y aunque no hay que demeritar la política, pero sí habla que hay muchos atrasos de los parlamentarios para entender los problemas que acontecen en la cotidianidad “sí les sobra teoría, pero les falta realidad y diálogo”.

Y es que, existe una tremenda matriz de violencias, desde el empobrecimiento hasta la deshumanización de la estructura y el feminicidio, “entonces sí hay avances, hay conquistas por el movimiento, hay una gran fuerza del movimiento de jóvenes que siguen reclamando que se transforme esta realidad en las universidades”.

Además, la exigencia para frenar las agresiones de género se da en las calles y en las organizaciones populares, sin embargo, hay también una desarticulación entre lo que se logra conquistar, cómo se materializa y al final como es atrapada por lógicas burocráticas que siguen revictimizando.

Por eso, más que nunca hay que salir a la calle y quien no pueda hacerlo que converse con sus familias, con sus vecinos sobre qué mundo imaginamos, porque conmemorar tiene que ver con hacer memoria, por eso, “el de hoy, es un 8M de muchos dolores y de una agudización de ataques a las vidas dignas y justas para todas”.

“No puede ser que mujeres que vivieron un intento de feminicidio estén hoy encarceladas, todo eso, lo acompaña el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, porque hay mujeres que intentaron salvarse de ataques feminicida, y hoy tienen que buscar un abogado, endeudarse porque están encarceladas”.

Además, porque son señaladas de homicidas, entonces no terminamos de asumir el daño que hay y lo difícil que es generar justicia, porque la justicia que tenemos sigue siendo punitiva pero no está acompañada de las feministas que permitan que las victimas tengan un lugar para narrar y para sanar los dolores.

“Eso es importante porque no puede ser que uno además de victima tenga que ir a proponer las leyes”, por eso, hay que ver qué tanto están escuchando, qué tanto están en los territorios.

Al contrario, la académica e investigadora de la Ibero Puebla, dijo que el desgaste es muy grande para las organizaciones feministas, de mujeres con desaparecidos y para quienes intentan la transformación de la realidad.