Los movimientos sociales que hoy encabezan las mujeres, los crecientes indicadores de violencia y el impacto negativo del agua y su privatización son elementos que pueden inclinar la balanza electoral hacia una u otra coalición.

El analista político de la Ibero Puebla, Miguel Calderón Chelius, dijo que, cuando hay un movimiento social muy fuerte emergente tiene mayor impacto que de otros que vienen de atrás, por eso, la incidencia de los movimientos sociales en procesos electorales tiene un enorme impacto y puede ser diferenciado.

Recordó que el movimiento de mujeres ya tuvo su impacto, “lo siguen teniendo”, pero ya está descontado en las filias y fobias en el proceso electoral, aunque puede resurgir elementos novedosos, que puede tener un resurgimiento más fuerte y ser un movimiento más fuerte.

Pueden ocurrir movimientos juveniles y estudiantiles y eso puede tener un impacto de crecimiento e impactar de forma no prevista, “es cierto que la movilización de las mujeres tiene un impacto desde hace mucho tiempo y no veo que ahora tenga impacto negativo o positivo para los distintos grupos políticos”.

Por eso, dijo, las campañas intentarán usarlo a favor o en contra, por ejemplo, en 2019 el movimiento de las mujeres tuvo un impacto fuerte, “hoy lo tienen, pero no con el impacto del 2019”.

La campaña del 2012 en la Ibero México contra Enrique Peña Nieto desató un movimiento de jóvenes, fue un enorme impacto que incidió en las campañas políticas.

Por eso, reconoció que los movimientos sociales pueden inclinar balanza, “los que hay ahorita inciden, pero no definen, pero si de momento se desata una movilización puede movilizar el resultado de manera definitiva, como que gane alguien que no estaba prevista o surja alguien nuevo.

Recordó que, el movimiento “Yo soy 132” ayudó a Andrés Manuel López Obrador a acercarse a Peña Nieto en 2012.

Sin embargo, Calderón Chelius, dijo que, eventos como la movilización en defensa de la democracia y del INE tiene una asociación que se hace con la campaña de Xóchitl y la oposición es más directa, “se les vio más como una movilización de la oposición a favor de ella que de una movilización social tal cual, al grado que ya adoptó el rosa como su identidad, pero todo depende, dijo, de la legitimidad.

El académico de la Ibero Puebla aseguró que pueden fortalecer las campañas y la movilización política pero no el impacto que los movimientos sociales que surgen ante problemáticas emergentes que pueden aparecer en cualquier momento y detonan descontentos y agravios acumulados por décadas y de siglos incluso.

Pero eso, dependerá de muchas razones para que puedan mover una elección, “si tenemos algo como lo del movimiento feminista del 2019 tiene incidencia fuerte en la elección, pero ese efecto fuerte, en las filias y fobias en la población ya se dio, ya lo vimos, a menos que hubiera un elemento fuerte que pueda incidir”.

“Tienen que ser movimiento de una envergadura enorme para cambiar el resultado de la elección, tendría que ser un movimiento enorme”.