La fe y devoción se desbordaron para recibir las reliquias del beato Juan de Palafox y Mendoza, 362 años después de la partida de quien fuera el noveno obispo de Puebla, de la diócesis a la que siempre llamó “su amada Raquel”.

La fiesta católica se prolongó hasta la noche de este viernes en la Catedral poblana, donde reposan parte de sus restos, ahora reliquias tras su beatificación apenas hace unas semanas en Osma, España.

Al mediodía fue la misa de acción de gracias por la beatificación del noveno obispo de Puebla que se prolongó por dos horas, en la que intervinieron grandes figuras del catolicismo en México.

El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, fue quien dio la bienvenida a las reliquias a la Catedral de Puebla, que se colocaron en un relicario especial junto al altar mayor, junto a un óleo que representa la figura del nuevo beato.

“Puebla se llena de júbilo al recibir las reliquias del noveno obispo, Juan de Palafox”, dijo el prelado al inicio de la homilía y señaló tajante “retornas triunfalmente con la gloria de alcanzar la beatitud”, y recordó que el 18 de abril de 1649 el ahora beato consagró la catedral poblana.

“Finalmente, en este día se cumple la petición que manifestaras hace tres siglos y medio, siete pies de tierra a lo último de la iglesia, para poderte enterrar cuando Dios te llevara. Estás nuevamente con nosotros para que nos des ejemplo de su vida entregada a Dios y principalmente a los más necesitados”, señaló dirigiéndose a la urna.

Posteriormente, el cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, hizo una remembranza de la vida y obra del “festejado”, desde que tenía 39 años de edad cuando le fue encomendada la diócesis de Puebla en 1640.

“El 22 julio 1640 llegaste aquí a la bella y bien trazada ciudad de los ángeles y emprendiste la titánica obra de la catedral. Fundaste el seminario, hiciste obligatorio aprender lenguas indígenas, algunas dominaste (…) pero la mayor construcción que lograste fue la espiritual y cultural”, señaló el poblano Rivera Carrera.

“Aun disfrutamos tu selecta biblioteca, la primera pública de América y emprendiste la lucha frontal contra la corrupción e injusticia, de ahí surgieron tus enemigos (…), entre quienes se incluían hasta hermanos tuyos eclesiásticos (los jesuitas) quienes tiraron los dardos que fueron los que más te hirieron.

”El 18 de abril de 1649 a las cinco de la mañana iniciaste la consagración de la catedral acabando a las cinco de la tarde y el jueves 6 de mayo de 1649 dejaste Puebla y el 10 de mayo dejaste México por ordenes del rey de España.

”Está demostrado que fuiste un gran guerrero y apenas ganaste la última batalla al regresar a tu querida Raquel, como llamabas a la diócesis de Puebla. Bienvenido a Puebla de los Ángeles, tu amada Raquel abre los brazos para recibirte, lo ve y no lo cree, tres siglos y medio después has regresado victorioso, Juan de Palafox y Mendoza, ruega por nosotros.”

Cabe decir que Juan de Palafox llamaba a la diócesis de Puebla, Raquel que significa “oveja”, en recuerdo al personaje bíblico, esposa de Isaac.

El mensaje
El nuncio apostólico, Christophe Pierre, mencionó que este día la Puebla de los Ángeles que con sentida nostalgia lo vio partir luego de nueve fecundos años de ministerio episcopal, ahora lo recibe llena de gozo.

Ha sido proclamado bienaventurado y porque hoy, una parte de sus restos mortales reposarán en la Catedral de Puebla.