Todos sabemos que mentir es algo malo; desde niños se nos ha enseñado que lo único que conseguimos al ocultar la verdad, es desconfianza y problemas con los que nos rodean (fábula de Pedro y el lobo, Pinocho). Es más, en cualquier canción o película se relaciona el acto de mentir con decepciones y rupturas amorosas. Pero ¿alguna vez has escuchado acerca de algún beneficio de las mentiras?

De acuerdo con el libro 'Born Liars' de Ian Leslie, mentir es algo esencial de los humanos. El autor cree que mentir conlleva a la evolución: una persona que planea buenas estrategias es más propensa a sobrevivir y a tener mayor éxito que los demás. También nos proporciona una ventaja reproductiva y nos hace personas más balanceadas.

Sin mentiras, nos enfermamos, deprimimos y nos ponemos de malas, ya que muchas veces no aguantamos la 'carga de realidad' que nos rodea. Incluso la Biblia menciona que "Todo hombre es mentiroso" Salmo 116:11.

Pero no sólo los hombres mienten. Los niños entre tres y cuatro años son unos expertos en el engaño, que simplemente forma parte del proceso del juego. Leslie afirma que incluso es bueno para la imaginación, que desde cierto punto de vista es un 'proceso mentiroso'.

"Los niños que mienten, son más hábiles para reconocer la verdad" menciona el autor. Sin embargo, no se trata únicamente de beneficios; si un niño miente imaginativamente a los cinco años, puede considerarse normal, pero con la edad necesitan aprender que puede ser autodestructivo.
Si una persona continua mintiendo a los nueve años, es recomendable llevarla con un psicólogo, pues puede tomarse como algo normal y un hábito es difícil —sino imposible— de cambiar. 

En el fondo de la escala de mentiras, están las mentiras blancas e inocentes, que muchas veces nos ayudan a alejar sentimientos negativos —como el remordimiento de romper la dieta—. Pero una vez escalando, se encuentran los confabuladores que sufren de una compulsión por inventar todas las cosas.

Las más grandes y peligrosas mentiras, son las patológicas, que son manipuladoras, egoístas y tienen maquiavélicas intenciones en mente.
Para complicar más las cosas, Ian asegura que somos criaturas infinitamente sugestionables que siempre estamos buscando —o ignorando—quiénes somos en realidad.  El filósofo Arthur Schopenhauer menciona que "nuestro sentido del 'yo' es una ficción hábilmente artificial".

En promedio se calcula que las personas mentimos tres veces por cada diez minutos de conversación (y si no lo crees, piensa cuántas veces has respondido a la pregunta ¿cómo estás? con un falso 'bien'). La mentira es algo que forma parte de la sociedad actual, y ya sean políticos, celebridades, o personas comunes, todos mienten diariamente.