En 2011 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) elevó a siete el número de sitios prehispánicos abiertos desde el 2006.
Para 2012 se proyecta abrir otros en los estados de Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Sonora y Zacatecas.

Continuando con la estrategia de colaboración con los tres órdenes de gobierno, para la puesta en valor de los vestigios prehispánicos y la dotación de infraestructura, se planea la apertura de otras zonas arqueológicas en el país, mismas que generará empleos para las comunidades aledañas.

Se trata de las zonas arqueológicas de San Miguelito, en Quintana Roo; Lagartero e Iglesia Vieja, en Chiapas; Atzompa, en Oaxaca; el Cerro del Teúl, en Zacatecas y el Cerro de Trincheras, en Sonora, así lo informó el INAH.

En estos sitios prehispánicos, el INAH ha trabajado por varios años en la exploración y rescate de las edificaciones, con base en proyectos de investigación de mediano y largo plazo.

Perteneciente a la cultura maya, San Miguelito se localiza en el boulevar Kukulcán, donde también se construye el nuevo Museo Arqueológico de Cancún, que albergará piezas prehispánicas halladas en diversos sitios de esa entidad.

El cerro del Teúl, es considerado un Símbolo del poblado zacatecano de Teúl de González Ortega, limítrofe con Jalisco, además se ha denominado como uno de los pocos sitios en América que tuvo una ocupación interrumpida de mil 800 años (200 a.C.-1531 d.C.).

Esta zona fue el centro ceremonial por excelencia de los caxcanes, uno de los grupos más aguerridos contra los conquistadores españoles, a quienes estuvieron a punto de derrotar en la famosa Guerra del Mixtón.

Ubicado en la parte media del valle del río Magdalena, en Sonora, el Cerro de Trincheras fue un centro rector de las comunidades de la tradición Trincheras de 1300 a 1450 d.C.; entre sus elementos arquitectónicos destacan las estructuras La Cancha, El Caracol y El Mirador.

Lagartero se localiza en el municipio chiapaneco La Trinitaria, en la frontera de México con Guatemala. La ocupación humana en esta zona inició desde el 450 a.C. al 250 d.C., pero registró su máximo apogeo hacia el periodo Clásico Tardío, entre los años 700 y 900 d.C., cuando se edificó la mayor parte de las estructuras que conforman el antiguo centro urbano.

El sitio prehispánico Iglesia Vieja, en Chiapas, destaca por su arquitectura compuesta por grandes bloques de piedra, de más de 2 metros y una tonelada de peso, que rompen toda norma de la arquitectura mesoamericana conocida.

Fue ocupado entre los años 250 y 450 d.C., en el periodo Clásico Temprano, por un grupo local perteneciente a la cultura zoque.
Atzompa, en Oaxaca, funcionó como una "pequeña ciudad satélite" de la urbe zapoteca de Monte Albán, hacia 650-850 d.C. En este sitio se han hallado tres canchas de juego de pelota, una de ellas de 20 metros de longitud.

Finalmente, cabe señalar que durante este sexenio se han abiertos las zonas prehispánicas Tancama, en Querétaro; Tehuacalco y Soledad de Maciel, en Guerrero; Peralta y Cañada de la Virgen, Guanajuato; Chiapa de Corzo, en Chiapas, y Bocana del Río Copalita, en Oaxaca.