En días pasados se celebró el segundo aniversario de actividades del albergue “La Sagrada Familia”, de la Diócesis de Tlaxcala, el cual ha brindado apoyo a más de 4 mil 900 migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.

Como parte de los festejos se llevó a cabo el foro  “Transmigración Centroamericana: Relaciones Gobierno - Sociedad Civil”, al que siguió  una celebración Eucarística. En el foro participaron como ponentes Oscar Castro Soto, director del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría S.J. de la Universidad Iberoamericana Puebla (IDHIE); Luz María Pérez, directora de Un Mundo Una Nación, A.C.; Gilma Pérez Valladares, responsable del Programa de Asuntos Migratorios del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas; y Federica Badocco, representante en Centroamérica de Soleterre.

 Asimismo, asistieron al evento alrededor de 80 migrantes, diversas organizaciones de la sociedad civil, del gobierno y de la pastoral social de comunidades de Tlaxcala, tales como Idheas Litigio Estratégico A.C., Sin Fronteras IAP,  La Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Cónsul General de El Salvador, la Dirección de Apoyo a Migrantes del Estado de Tlaxcala y la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, entre otros.

Luz Pérez Cabrera, informó que en el albergue, de febrero de 2010 a la fecha, se han atendido a poco más de 4 mil 900 personas migrantes de origen centroamericano: 4 mil 627 hombres y 277 mujeres; provenientes en su mayoría de Honduras (3,250), El Salvador (749), Guatemala (602), Nicaragua (136) y otros países como Colombia, Costa Rica, Brasil, Cuba, Ecuador y República Dominicana (182).

En su ponencia, Gilma Pérez Valladares, invitó a los migrantes a que soliciten la ayuda humanitaria de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan para defender los derechos humanos y los exhortó a que exijan a las representaciones consulares de cada uno de sus países de origen un tránsito digno y seguro. “Nosotros, como organizaciones civiles en Centroamérica, debemos agradecer los esfuerzos de la sociedad mexicana para brindar ayuda y preservar la vida de la gente a través de los viajes tan inseguros en su desplazamiento por México”, comentó.

Federica Badocco, por su parte, mencionó que Solterre es una Organización de la Sociedad Civil de Italia que se dedica a trabajar principalmente con los familiares de las personas migrantes. Dicha organización fue creada y actualmente dirigida por una migrante centroamericana que tenía como ideal regresar a su país de origen buscando el derecho de acceso a la educación.

Oscar Castro Soto, por su parte, demandó a las autoridades mexicanas y tlaxcaltecas, brindar seguridad a los migrantes a su paso por este territorio.  Recordó que el fenómeno de la migración obedece, principalmente, a que los gobiernos no ofrecen las condiciones necesarias para que la población tenga una vida digna. “Como latinoamericanos tenemos derecho a que el Estado nos provea de condiciones económicas para no migrar”, enfatizó el director del IDHIE de la Ibero Puebla.

 

Finalmente, organizaciones civiles y migrantes tomaron la palabra para solicitar a las autoridades federales, estatales y municipales que ofrezcan garantías a los migrantes centroamericanos y les respeten sus derechos humanos durante su paso por el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos.

Cabe mencionar que la celebración eucarística fue oficiada por el obispo de Tlaxcala Francisco Moreno Barrón y por el rector de la Ibero Puebla, David Fernández Dávalos.  En su intervención, Monseñor Moreno consideró que una de las causas de la migración es la acumulación de  riqueza en manos de pocos, lo que ha generado el empobrecimiento de las mayorías; asimismo, consideró que la atención hacia los migrantes es una tarea fundamental para la iglesia católica en México. Por último, reconoció y agradeció el apoyo que la Universidad Iberoamericana Puebla, a través del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ, brinda a su diócesis para promover y defender los derechos humanos de las personas migrantes en Apizaco, Tlaxcala.