Fervor y solemnidad religiosa se vivió en la procesión de Viernes Santo, que recuerda la muerte de Cristo, a la que asisten más de 100 mil fieles católicos en Puebla, repartidos en las calles del primer cuadro de la ciudad.

Desde muy temprana hora de este Viernes Santo, miles de personas prepararon diversas imágenes religiosas, las que se llevaron desde las 10 de la mañana en marcha solemne hacia la Catedral de Puebla.

Tras dos horas de camino, al mediodía en el atrio de la Basílica Catedral de Puebla, se realizó una ceremonia religiosa encabezada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, con presencia de las imágenes más veneradas del estado.

La procesión de Viernes Santo celebró su XXI aniversario, es un rescate de la procesión que se hacía desde la época de la colonia y hasta 1856 en que se suspendió se volvió a realizar hasta 1992 más de un siglo después.

Fueron cinco son las esculturas como la "Virgen de la Soledad", "Jesús de las Tres Caídas", de la Parroquia de Analco, después la "Virgen de los Dolores, del templo del Carmen, "Jesús Nazareno" (de San José).

Al final el "Señor de la Maravillas", del Templo de Santa Mónica, que representa una de las caídas del Señor, tal vez la imagen con el mayor número de devotos.

En Catedral el arzobispo de Puebla, hizo una primera de tres reflexiones sobre significado de este Viernes Santo, sobre todo recordando la muerte de Jesucristo.

"Hasta donde llego Dios a ser capaz por su amor por nosotros, (…) hoy es un día de ayuno, abstinencia y sacrificios, acompañamos a Jesús en su camino de la cruz (…) la liturgia nos presenta a un Cristo sufriente, un Cristo encadenado, un Cristo de las tres caídas, un Cristo crucificado, Dios nos dio a su hijo para liberarnos del pecado de la muerte", dijo.

La procesión comenzó a las 12 de la mañana con una reflexión en el atrio de la Catedral; de ahí partió hacia la 16 de Septiembre, hasta llegar a la calle de Juan de Palafox y Mendoza.

Su recorrido fue sobre Reforma, dio vuelta a la derecha, para llegar hasta la esquina de la 2 Norte, donde se giró a la izquierda para caminar hasta la esquina de la 4 Oriente-Poniente.

De ahí, se posesionó hasta la 11 Norte y Av. Reforma para arribar a la Iglesia de Guadalupe (en la contra esquina del Gallito), donde hubo un templete donde el Arzobispo de Puebla pronunció una segunda reflexión.

Al terminar, atravesó la Avenida Reforma hasta llegar a la 16 de Septiembre para ingresar nuevamente al atrio de Catedral donde se realizó la tercera y última reflexión, en la que se recuerda la muerte de Jesucristo.

En este momento se dio la bendición y se otorgó la Indulgencia Plenaria, justo a las 3 de la tarde, hora en que se afirma, falleció Jesucristo en la Cruz
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Pero como en todo evento masivo, no faltaron los vendedores ambulantes de a pie, quienes ofrecían desde gorras de papel, sombrillas, refrescos, hasta revistas de la reciente visita del Papa a 30 pesos cada una.