Personas de la comunidad LGBTTI de Puebla “contraatacaron” la homofobia con besos.

La orina con la que fueron vejados por policías municipales hace 11 años una pareja de homosexuales, cuando fueron descubiertos besándose por elementos policiacos —quienes los detuvieron y los golpearon, según relata el activista Onán Vázquez, fundador de Vida Plena— se convirtió en la inspiración del Besatón, maratón de besos contra la homofobia celebrado en el zócalo de la ciudad.

Una pareja lesbiana se comprometió en matrimonio, entre aplausos de los asistentes. Decenas de parejas homosexuales y lesbianas se besaron visibilizando cuánto de derechos hay en un beso.

Una lluvia de confeti bañó a las recién casadas. Los besos, las caricias y el cachondeo como respuesta a la homofobia, los globos de color morado, las muestras de afecto.

Los asistentes le reclamaron al gobierno del estado de Puebla su falta de compromiso con la lucha contra la homofobia y le exigieron al Ejecutivo que publique en el Diario Oficial del Estado el decreto por el que el Congreso local reconoce el 17 de Mayo como Día Estatal en Contra de la Homofobia; decreto aprobado por la pasada legislatura y que permanece en el olvido oficial. Los atildados rostros de la clase política local compartieron el escenario con artistas de la farándula, directivos de futbol, jerarcas religiosos y con el rector de la universidad estatal de la derecha poblana.

Y esta vez no recibieron el aplauso ni la fotografía de la revista de sociales. Fue algo más sencillo.

La comunidad LGBTTI reconoció, en estos personajes habituados al aplauso, a representantes de los comportamientos homofóbicos.

Javier López Zavala, priista, y candidato a diputado plurinominal por ese partido, también fue recordado por sus expresiones homofóbicas vertidas en el debate de la campaña de 2010 contra su entonces adversario por la gubernatura de Puebla, Rafael Moreno Valle.

En esa ocasión, López Zavala se expresó en el debate: “Yo sigo con la misma mujer y la misma casa, pero hay otros que cambian de partido y cambian de sexo (…) El candidato de las mentiras que apoya el aborto y que pondrá a niños inocentes en manos de personas del mismo sexo.” Paradójicamente fue la extinta activista por los derechos sexuales y reproductivos, Agnes Torres, recordada también en el Besatón, quien denunció públicamente la homofobia del entonces candidato priista al gobierno de Puebla.

Bajo el adusto rostro del rector de la UPAEP, Alfredo Miranda López, se hallaban sus comentarios contra las legislaciones a favor de los derechos de las personas de la comunidad LGBTTI.

Otro personaje mencionado fue el diputado del Panal, Héctor Alonso Granados. La comunidad LGBTTI exhibió en el zócalo de la ciudad de Puebla a personajes de la escena pública local por su comportamiento homofóbico.

A los personajes locales mencionados se les añadió Paquita “la del Barrio” y la del arzobispo Norberto Rivera. Pero no nada más se recordó el comportamiento homofóbico de la clase política, sino también recordaron a las personas de la comunidad LGBTTI que han sido asesinadas por razones de su orientación sexual, crímenes que han sido catalogados por las organizaciones de defensa de los derechos sexuales y reproductivos como crímenes de odio. Uno a uno fueron nombradas las víctimas. Al ser mencionadas cada una de las víctimas ausentes una respuesta al unísono cimbró el zócalo de la ciudad.

El representante de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex), Brahim Zamora Salazar, afirmó que los personajes mostrados coinciden en sus comentarios discriminatorios en contra de quienes ejercen sus derechos sexuales con libertad.

Los asistentes recordaron con solemnidad el nombre de la activista transexual y psicóloga, Agnes Torres, asesinada de manera violenta.