Vecino de la Tierra, Venus, que este martes y miércoles se interpondrá en un raro pasaje entre la Tierra y el Sol, es con frecuencia llamado "estrella". Ese error se produce porque es el cuerpo celeste más brillante después del Sol y la Luna. De allí que se lo conozca, además, como "Lucero del alba" o incluso "Estrella de oro" en chino.

Se trata de un planeta sólido, como el nuestro. Su diámetro, de 12.100 km, también es similar (95%), al igual que su masa (80%). Y, como la Tierra, posee a un núcleo de hierro.

Ambos nacieron de la misma nube de polvo y gas hace unos 4,5 millones de años. Sin embargo, numerosas misiones lanzadas en la década de 1960 por los Estados Unidos y la Unión Soviética disiparon el mito de las nubes que envuelven a Venus: cualquier parecido con la Tierra se acaba allí.

La atmósfera de Venus está saturada con dióxido de carbono, a una presión 90 veces mayor que la de la Tierra, y la temperatura de su superficie supera los 450°C, algo que según los expertos puede deberse a un efecto invernadero desbocado. "Cualquier astronauta con la suficiente mala suerte de aterrizar (allí) quedaría inmediatamente aplastado, asado y disuelto", señaló la Royal Astronomical Society británica. 

Pero esa no es la única rareza del que por mucho tiempo fue considerado un "gemelo" de la Tierra. Venus rota en sentido contrario al de los otros planetas: allí el Sol sale por el oeste y se pone por el este.

Una de las teorías que intenta explicar ese fenómeno indica que en sus comienzos giraba en la misma dirección que la Tierra, pero luego fue alcanzado por desechos espaciales, lo que provocó un cambio de giro.

Este cuerpo es, asimismo, muy lento: un año en Venus tiene 224 días terrestres, mientras que su período de rotación (el tiempo que tarda en completar un giro sobre su eje) es de 243 días. Es decir que un día en Venus es más largo que un año.

A diferencia de la Tierra, que tiene su Luna, Venus, cuyo campo magnético es muy débil, carece de satélites conocidos. Tampoco tiene océanos, ni rastro de agua, y su superficie es aparentemente más árida que el desierto más árido de la Tierra.