A tres semanas del desbordamiento del río Atoyac en San Martín Texmelucan, decenas de personas ahora viven entre las ruinas, luego de que fue retirado el albergue para damnificados.
La mayoría de los afectados sigue viviendo en las zonas de peligro, sin siquiera contar con alarmas, ni planes de una reubicación, señalaron, aunque gran parte está dispuesta a mudarse de sus viviendas que están instaladas a pocos metros del afluente.
Este miércoles, se realizó la entrega de apoyos a las víctimas del desbordamiento del pasado 24 de junio, entre las que se encuentran víveres del centro de acopio, donados por ciudadanos poblanos y recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden),
Sin embargo, algunos de los damnificados, entrevistados por Intolerancia Diario, señalaron diversos problemas para la obtención de los apoyos, sobre todo de los recursos federales, ante trabas burocráticas.
Cabe recordar que los más afectados por el desbordamiento del afluente fueron las familias más pobres que instalaron viviendas humildes en zonas irregulares, quienes perdieron por completo las casas de adobe, lámina y cartón.
En tanto, la gran mayoría de los afectados, fue gente que tenía casas bien construidas con todos los servicios, las que perdieron electrodomésticos, aparatos eléctricos y muebles, pero sus viviendas siguen en pie sin mayor problema.
Sin embargo, a pesar de la diferencia de los daños, la distribución de recursos fue igual para todos de 15 mil pesos para cada dirección o vivienda ubicada en la zona del desbordamiento, sin contar el grado de afectación de cada familia damnificada.
Pero tampoco estos recursos alcanzan. Ya que los afectados aseguran que no es suficiente el apoyo de 15 mil pesos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), pero también hay quien no ha recibido un peso.
Además, señalaron que no se les ha propuesto una reubicación, por lo que seguirán viviendo en zonas de peligro.