Un total de cinco comerciantes informales fueron retirados del Paseo Bravo y a cuatro más se les decomisaron sus productos durante la celebración de la Virgen de Guadalupe por intentar expandir los puestos, así como vender productos que no estaban establecidos en el acuerdo para entregarles espacios en este lugar.

Todos éstos quisieron “tomarle el pelo” a la autoridad al intentar vender productos que estaban prohibidos, como la “piratería”, por lo que fueron retirados del lugar y no se les permitió regresar.

Al respecto, el director de Desarrollo Político, Miguel Méndez Gutiérrez, dio a conocer que se retiraron a este número de comerciantes informales porque intentaron tomar un número mayor de espacios a los establecidos por la autoridad en las inmediaciones del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, mejor conocida como “La Villita”, ubicada a un costado del Paseo Bravo.

En entrevista, el funcionario local admitió que muchos quisieron pasarse de “listos”, pues algunos llegaron a vender “piratería”, lo cual no estaba permitido por la autoridad, ya que se advirtió no podían hacerlo. El funcionario municipal resaltó que el saldo fue “blanco” “gracias a la intervención de la Policía y Tránsito municipal”.

Frente a “La Villita”, a lo largo del Paseo Bravo se instalaron más de 315 puestos de antojitos, pan, artesanías y diversos artículos propios de los festejos del 12 de diciembre. Los comerciantes ambulantes que se establecieron en la zona del Paseo Bravo tuvieron que levantar sus puestos la madrugada de hoy.

En tanto, la Dirección de Protección Civil municipal retiró cinco puestos de venta ambulante y un juego mecánico que estaban instalados en los alrededores de la iglesia de “La Villita”, debido a que ponían en riesgo a quienes se congregan en la zona durante este 12 de diciembre por la celebración de la Virgen de Guadalupe.

El director del área, Gustavo Ariza Salvatori, explicó que en el caso de los puestos para la venta de comida, se detectó que la instalación de gas producía un riesgo porque no se encontraban en óptimas condiciones.

En tanto, el juego mecánico se encontraba próximo a cables de alta tensión, por lo que se ordenó la reubicación del mismo, para evitar alguna posibilidad de un cortocircuito, lo cual no garantizaba la seguridad e los niños.

El titular de Protección Civil indicó que también se supervisó la capacidad del templo católico, para evitar que pudiera haber sobre cupo y con ello garantizar la seguridad de los fieles que asistieron a lo largo de dos días a este lugar.