El Papa León XIV debe ser constructor de la paz entre las naciones ante el panorana bélico y ser un vínculo de unidad en este mundo tan dividido, priorizó el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez, después de advertir que deberá responder a los desafíos de la Iglesia en el mundo actual.
Además, deberá de ser un promotor de la reconciliación entre la humanidad, ser maestro de humanidad, cercano, promotor de una Iglesia resiliente y un misionero en la Tierra.
Esta mañana los 133 Cardenales, al seno de la Capilla Sixtina, seleccionaron al Cardenal, Robert Prevost, como sucesor de San Pedro y del Papa Francisco. El sacerdote estadounidense tomó el Nombre de León XIV.
Monseñor subrayó que la arquidiócesis de Puebla se une la inmensa alegría de toda la iglesia por el nombramiento de su santidad León XIV, Papa número 267 de la historia de la Iglesia cristiana.
"El Arzobisoado eleva sus oraciones, y especialmente en todas y cada una de las eucaristías que desde hoy se celebran pidiendo a Jesús, el supremo pastor que conceda al Papa León XIV todas las gracias necesarias para responder a los desafíos de la iglesia en el mundo actual".
Insistió que el sucesor de san Pedro deberá de ser constructor de la paz entre las naciones, promotor de reconciliación y vínculo de unidad en este mundo tan fragmentado.
Entre las virtudes del pontífice, insistió, debera de ser un maestro de humanidad, cercano y misionero, que hable a través de los nuevos lenguajes y sea en el mundo signo de esperanza.
"La iglesia que peregrina en Puebla manifiesta al Santo Padre su respeto, cariño docilidad y obediencia, pues reconoce que al ser elegido legítimamente por el Colegio Cardenalicio, y como enseña la Iglesia en él permanece la función que el Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles y que había de transmitirse a sus sucesores, y es cabeza del colegio de los obispos, es Vicario de Cristo y pastor de la Iglesia Universal en la tierra".
Martinez Castillo recordó que como signo de este gozo, todos los templos de la Arquidiócesis de Puebla se unieron en un repique de campanas festivo para expresar a la comunidad poblana la gran alegría que llena nuestros corazones, "Habemus Papam".