Entre amenazas, incumplimiento, molestias e impotencia está por concluir el puente de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya; sin embargo, vecinos del lugar planean no dejar circular al metrobús ante la falta de cumplimiento.

La empresa Cementos Mexicanos (Cemex) amenazó a los vecinos hasta con meterlos a la cárcel en caso de que sigan las protestas en contra de la construcción. En tanto, el gobierno de Rafael Moreno Valle, basado en un estudio o análisis hecho por la misma empresa Cemex, asegura que las viviendas no han sido afectadas con la construcción, sino simplemente están desgastadas por el tiempo.

No obstante, la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) criticó que el gobierno del estado no ha concluido la infraestructura para el paso de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) o metrobús. Incluso, no ha habido informes a la ciudadanía sobre los cambios en el uso del transporte público por donde pasará la primera línea del controvertido transporte público.

Las amenazas
Elizabeth Barba Rodríguez, vecina del lugar, acusó que ha llegado a amenazarlos un hombre, de nombre Jesús Carballo Chantuni, con la advertencia que si se siguen oponiendo a la construcción serían demandados para meterlos a la cárcel.

Pero sin ningún temor, afirmó que los vecinos procederán al cierre de la vialidad en caso de que las autoridades de Puebla, no les cumplan lo prometido en previos acuerdos.

“Si ellos no cumplen vamos a meter un último escrito para enlazar todos los documentos con las respuesta que han dado a nuestras peticiones que sólo han sido cumplidas.”

Dijo al señalar que vecinos están molestos e inconformes, por lo que planean cerrar el puente, aunque ya está en funcionamiento el metrobús.

“Realmente hemos pedido acerca de 10 a 15 puntos; el más importante es que el puente no tocara o se acercara a las viviendas y que esto ocasionara daños a las viviendas; estamos inconformes, estamos decepcionados por este tipo de gobierno”, dijo.

Recordó que jamás les avisaron de la construcción, mucho menos detalles de cómo se haría la obra, la que apenas se separa de las bardas metro y medio para una banqueta y actualmente el puente está de 5 centímetros de los edificios departamentales.

“Estamos molestos, demasiados problemas no ha habido un acuerdo, casi nos hicieron de conformarnos con migajas de levantar un muro de contención con una malla de reja de acero que evitará la iluminación en las casas.”

Indicó que en el escrito no estaba contemplado el drenaje, pero los vecinos se movieron para exigir las modificaciones y accesos, todo a pesar de las amenazas. “Los de Cemex dijeron que nos demandarán si paramos y que el gobierno nos meterá a la cárcel.

”Nos dijo (Jesús Carballo) que si no accedemos a la obra nos demandarán por obstruir una construcción del metrobús; son muchos problemas, nos sentimos engañados, hay falta real de interés del gobierno.

”No hemos visto un punto cumplido, que pusieron el drenaje pero no en todo el tramo, sólo fue la bajada del puente, cuando termina, tiene que llegar hasta la bomba, pero si ellos no cumplen ya les vamos a meter un último escrito.”

Proyecto miedo
A finales de noviembre, ante amenazas de aprehensiones y el amedrentamiento con policías estatales, vecinos desistieron de mantener el bloqueo a las obras del metrobús, sin embargo este jueves volvieron a inmovilizar la maquinaria.

Todo esto tras una reunión con autoridades de la Secretaría General de Gobierno y de Transportes quienes, a decir de los vecinos, se comportaron de una manera prepotente y los amenazaron con detenerlos y enviarlos a la cárcel si seguían parando la obra. Ni siquiera el llanto de madres de familia de 16 edificios, quienes ya no soportan las molestias de las obras que están a escasos centímetros de sus viviendas, flexibilizó la postura de las autoridades estatales.

Cabe decir que en la víspera, el presidente de la colonia ubicada al oriente de la ciudad, Eduardo Limón, afirmó ante vecinos que autoridades estatales lo engañaron cuando le presentaron el proyecto.

“Saben qué me dijo el que vino de la Secretaría del Transporte; le dije: aquí hay rejas, hay jardineras y la gente se va a haber afectada; saben qué me dijo: me vale madre quien se ponga, el permiso viene de una orden federal”, les dijo a los vecinos Eduardo Limón. La noche del martes, los vecinos inconformes pararon la obra por la fuerza, luego de que fueron dañados con grietas algunos edificios debido a las fuertes vibraciones que produce la maquinaria pesada.

Desde temprana hora llegaron al lugar de la cita autoridades del gobierno del estado ataviadas con traje y corbatas de lujo, que contrastaban con los delantales y pendas sencillas de los moradores. Entre ellos se encontraba Manuel Alva Camacho, director de la Secretaría de Infraestructura y exfuncionario en la administración de Javier García, ahora prófugo de la justicia.

La estrategia fue sencilla: amedrentar con amenazas a los moradores quejosos con elementos de la Policía Estatal fuertemente armados y con amenazas de que serían detenidos si seguían bloqueando la obra. La excusa fue que no existe un dictamen de Protección Civil que señale que los 128 departamentos o edificios tienen peligro por la intensidad de las vibraciones provocado por las obras.

Para el gobierno de Rafael Moreno Valle es simple, mientras no haya este dictamen no pueden dar un seguro de vida abierto, mucho menos reubicar a las familias. Pero para los vecinos esta postura de amedrentamiento aseguran no les da miedo, ya que señalan continuarán en la postura que se les otorgue un seguro, ni siquiera están en contra de que se concluya el puente del metrobús.

Las autoridades se echaron la bolita entre sí, para finalmente lanzarle el problema a la empresa que operará el metrobús, la que —dijeron— es la que se tiene que hacer responsable de ese seguro.

Por lo tanto, entrevistados por Intolerancia Diario, lanzaron una advertencia si este jueves no se ve un real compromiso del seguro abierto, nuevamente bloquearán las obras, pero con medidas más extremas. Hay quienes hasta piensan encadenarse a las máquinas en una resistencia civil. Mientras tanto, los trabajos volvieron a la normalidad con la colocación de los llamados “tirantes” del puente, todo mientras se planea el segundo movimiento.

El dictamen
Los vecinos señalaron que nadie del gobierno estatal ha acudido después de que se diera a conocer un dictamen realizado a departamentos de la colonia Manuel Rivera Anaya, en el que determinó que el puente del metrobús no es peligroso ni su construcción ha causado afectaciones. Pero el estudio lo realizó la empresa privada SIPSA, la que trabaja con Cemex y no la dirección de Protección Civil, quienes sólo acudieron como testigos.

El documento en poder de Intolerancia Diario señala en grandes rasgos que las afectaciones como grietas y separación de los edificios, no fue causado por la edificación del puente, a escasos centímetros de las bardas de las viviendas.

El documento es firmado por el mismo encargado de la obra, de la empresa Serrano Ingenieros de Puebla (SIPSA) y señala que las afectaciones son producto del desgaste, tras varios años de los edificios, aunque este fin de semana la empresa constructora apuntaló los muros de las zotehuelas.

“Creen que nos chupamos el dedo; nos entregan un dictamen donde dicen que ellos no hicieron nada, esa empresa es pagada por Cemex, ellos fueron los encargados de la revisión, ni siquiera utilizaron aparatos para medir”, señaló una de las vecinas que pidió el anonimato.

“O sea que los constructores se convirtieron en juez y parte, ellos mismos deciden que no nos han hecho daño mientras que Protección Civil sólo es un títere en este juego de engaños.”
 
La minuta
El pasado 28 de noviembre el gobierno estatal entregó a los inconformes una minuta plasmada en tres hojas con letras enormes, pero sin la firma de ninguna autoridad de los compromisos para mejorar la construcción para proteger a los vecinos.

“Se dialogó con los vecinos y se establecieron los siguientes acuerdos:

”1. En la unión de bardas correspondientes a las casas se colocará concreto y en la parte superior será colocada una tapa de juntas de lámina, llamadas ‘abate aguas’, a satisfacción del vecino propietario.

”2. Se colocará malla, como extensión de la barda y así brindar privacidad y seguridad para los vecinos.

”3. La Secretaría de Infraestructura, Cemex-Concretos, Protección Civil del Estado de la SGG (Secretaría General de Gobierno) y una comisión de vecinos, integrarán un grupo de inspección para valorar los daños ocasionados a las casas por la construcción, a fin de determinar la procedencia de un seguro de vivienda total.

”4. Se acuerda que los trabajos de compactación sean realizados con un solo vibrador o compactador y no dos a la vez.”

La mentira
El gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas mintió a los vecinos de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya al no informarles de la magnitud de la obra, las que estarían pegadas a sus viviendas.

Así lo reveló en entrevista el presidente de la colonia, José Eduardo Limón Campeche, al señalar que cuando le presentaron el proyecto jamás estaba contemplada la construcción de un puente de tal magnitud y mucho menos pegado a los edificios.

“Los vecinos están molestos y ahora nosotros mismos, con los ingenieros presenciamos las fuertes vibraciones al estar trabajando las máquinas. Se sienten bastante fuertes; imagínate estar viviendo aquí y de noche.

”Estamos esperando el dictamen y de ahí se hará una reunión para ver qué solución les pedimos al gobierno y que haya un compromiso.”

—¿Las autoridades les avisaron cómo venía el proyecto?

—Cuando a mí me avisaron nos presentaron un proyecto muy diferente, incluso se lo mostramos, el plano que nos presentaron la primera vez no tiene ni medidas, nada más nos marca dónde iba a pasar la ruta del metrobús.

”Vienen y nos hablan que iba a pasar el metrobús, que era una simple carretera, que iba a beneficiar a todos, pero ahora vemos la obra de que dimensión es, pues como que impacta mucho, incluso hay escuelas que están en riesgo, como la Luis Donaldo Colosio.

”Ayer yo se lo decía al ingeniero, yo nunca firme un convenio y es que él le mencionaba a los vecinos que 30 personas habían firmado un permiso, y se lo hice ver delante de la gente que lo desconocía”.