Un espeso humo negro salió de la chimenea de la Capilla Sixtina indicando que los cardenales reunidos para elegir nuevo Papa no llegaron todavía a un acuerdo para nombrar al sucesor de Benedicto XVI.
Después del medio día y durante varios minutos la fumata negra que salió de la pequeña chimenea de cobre fue recibida con gritos de decepción por las miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro para la ocasión.
Horas antes, las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron el martes, dejando al interior a los 115 cardenales católicos romanos al comienzo del cónclave para elegir al próximo Papa.
Previo a que las puertas se cerraran los cardenales realizaron una procesión hasta la Capilla Sixtina orando por ayuda divina para elegir al hombre que sucederá a Benedicto XVI en uno de los momentos más difíciles en la historia de la Iglesia.