Al asegurar que el campo poblano requiere hoy en día de mayor apoyo y de un fortalecimiento en las acciones gubernamentales y sociales, el delegado federal en Puebla de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Jiménez Merino, afirmó que aunque no existe una “alerta roja” para las autoridades, “sí necesitamos un mayor esfuerzo y en eso estamos comprometidos”.

En el marco de la reunión de trabajo con el Comité de Vinculación del Espacio Común de la Educación Superior Tecnológica (ECEST), el funcionario del gobierno mexicano aseguró que el campo requiere mayor impulso y apoyo, pero además mayor intensidad en la identificación de las acciones que integren procesos y que con ello puedan elevar los rendimientos, bajar los costos y mejorar los ingresos de las personas que viven del sector.

El delegado de la Sagarpa reveló que tienen identificadas más de 20 necesidades concretas, que al conectar las acciones gubernamentales con la ciencia y con los investigadores “creemos que podremos encontrar una solución más rápida, porque no hay nada más importante para el desarrollo que el asesoramiento y el acompañamiento de las instituciones educativas”.

La observación
El delegado de la Sagarpa reveló durante el encuentro con el Comité de Vinculación del ECEST que en la actualidad el campo no es la fuente de riqueza más importante que se pueda identificar, sin embargo, con todo eso, dijo que el campo todavía es la fuente de riqueza más importante para México, pero el problema es que no se sabe aprovechar y al día de hoy “no se ha podido sacar mayor beneficio de las actividades agroalimentarias”.

El funcionario federal presentó en el encuentro con académicos e investigadores de las instituciones de educación superior tecnológicas, los puntos críticos y necesidades de innovación en el campo poblano y describió ante los representantes de las 28 instituciones de educación superior que integran el ECEST, las demandas tecnológicas de los productores del estado en los rubros de maquinaria, desarrollo técnico, vinculación agropecuaria, cadenas productivas, comercialización, mejoramiento genético y patentes.

Jiménez Merino aseguró que en esos rubros existe un nicho de oportunidades para los estudiantes, egresados e investigadores de la educación superior tecnológica, quienes pueden aportar soluciones a los problemas del campo poblano y del país, pero agregó que para lograr que el campo esté perfectamente utilizado todavía tienen que pasar varios años, “para beneficio de la gente que trabaja en el sector, yo he comprobado que dentro de tres a seis años es posible tener impactos visibles muy contundentes”.

El primero de esos impactos, dijo el delegado de la Sagarpa, es que los productores adopten las tecnologías y los diferentes programas que actualmente existen, para que empiecen a utilizarlos por ellos mismos, “considero que así, dentro de tres y ocho años se pueden encontrar transformaciones sustantivas”.

El papel de las universidades
Desde las universidades, aseguró el delegado federal en Puebla de esa secretaría, se puede formar a los recursos humanos que el campo necesita, pero aclaró que la sugerencia es que se formen esos recursos humanos para trabajar en condiciones de adversidad porque en los últimos años se forma gente para trabajar en buenas condiciones, el tierras fértiles, en terrenos planos, con riego y con buena infraestructura, “pero no estamos trabajando en condiciones de parcelas pequeñas, de salinidad, de unidades productivas sin capital”.

Por eso, para el experto en temas del campo, esa parte debe insertarse en los contenidos educativos, para que las personas que se dedican a la actividad agrícola puedan trabajar en esas condiciones, pero además se tiene que lograr que la investigación y el desarrollo tecnológico se conecten con las necesidades que tienen los sectores productivos, “algo que ya se viene dando, sin embargo, hace falta un mayor esfuerzo”.

El hambre que prevalece en miles de ciudadanos del estado de Puebla se agudiza con el problema de la sequía, de las heladas, del cambio climático, que hoy es una realidad, y de las importaciones en huevo y carne, que son bastante considerables, por eso ratificó que se requiere con urgencia un fortalecimiento de los procesos productivos, para que satisfagan el mercado local.

La reunión 
La reunión del pasado viernes en las instalaciones de la Universidad Tecnológica de Puebla (UTP), entre la delegación de la Sagarpa y la ECEST, aseguró Jiménez Merino que esto se traduce en un encuentro con investigadores, inventores e innovadores que van a conocer la problemática del campo poblano y donde ellos encontrarán la forma de insertarse para atender algunos de los problemas que serán presentados, “son más de 90 problemas que hemos identificado y de esa manera se pueda fortalecer la vinculación de la academia y el sector productivo”.

La finalidad, aseguró el funcionario del gobierno federal, es reforzar los trabajos para la búsqueda de soluciones a muchos problemas del sector económico, “platicamos la problemática del campo y las necesidades de innovación en el sector, para establecer programas de desarrollo tecnológico que resuelvan aspectos puntuales de la tecnología”.

Por ejemplo, agregó Alberto Jiménez Merino, se busca atacar el tema del lavado de la lana, para encontrar propuestas viables que permitan que la gente tenga la posibilidad de darle un valor agregado a la lana en un primer proceso y no la tenga que malbaratar sucia, “porque además nadie la quiere así, porque no se puede integrar a la producción si no va limpia”, pero además se busca acercar a las comunidades bovinocultoras la maquinaria y el servicio para mejorar sus procesos de producción.

Por otro lado, el delegado de la Sagarpa en el estado de Puebla dijo que también se busca que los investigadores, innovadores e inventores de las instituciones tecnológicas lleven a las poblaciones agrícolas los procesos del deshidratado de las frutas y de las hortalizas, para la creación de empresas, pero también las sembradoras de granos finos y medianos que permitan ahorrar mano de obra en los procesos productivos.

Los actuales, finalizó el delegado federal en la entidad poblana, tienen que ser tiempos para el campo estatal, pero no se puede lograr acabar con el hambre sin la integración de los procesos tecnológicos y para ello tienen el respaldo de las universidades, con las que trabajan de la mano para mejorar la productividad en el campo poblano.

La realidad de los poblanos
Alberto Jiménez Merino comentó en entrevista que en la actualidad muchos poblanos tienen la problemática del hambre y hoy en día hay más de 28 millones de mexicanos que no tienen acceso a los alimentos, de los cuales “para Puebla corresponde un millón 200 mil personas aproximadamente de ese universo”. Por eso aseguró que la política que hoy se siguen y que están contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) habla de la cruzada contra el hambre, de buscar y de lograr la seguridad alimentaria de los mexicanos.