Al reiterar que una obra como el teleférico no es necesaria para la ciudad de Puebla, el analista político Paulino Arellanes Jiménez aseguró que la confrontación que se presenta entre los gobiernos federal y estatal por las obras del teleférico están enmarcadas en el proceso electoral que se vive en actualmente en la entidad poblana, pero también por diferencias ideológicas entre las cabezas de los dos órdenes de gobierno.
El investigador aseguró que en ambos niveles de gobierno es evidente que existe una intención clara de ganar los comicios del próximo 7 de julio, “el gobierno federal es priista y el gobierno estatal es panista, pero no por vocación de Rafael Moreno Valle, sino por acomodo político, como bien sabemos”.
Arellanes Jiménez afirmó que la cuestión ideológica y partidaria trae como consecuencia el enfrentamiento entre los dos órdenes de gobierno, ante lo que aclaró que realmente obras como la rueda de la fortuna y el teleférico no son prioritarias para la capital del estado, “cada país y cada entidad federativa tienen sus propios recursos para atraer el turismo y Puebla es una ciudad colonial, con museos, con edificios, con plazas, con atractivos, artesanías y no tendría por qué tener un teleférico”.
Desde la perspectiva del politólogo esas acciones solamente tienen como finalidad justificar un gasto que no es necesario para la sociedad, tampoco una rueda de la fortuna, “porque dicen algunos políticos que ese proyecto no es para los pobres, es para los que tienen dinero y eso indudablemente marca una línea de discriminación para los poblanos que no tienen dinero para divertirse con esos juegos”.
Por eso, reprobó la necedad del mandatario estatal de buscar consolidar proyectos que evidentemente violentan la normatividad federal y estatal actuales, por lo que afirmó que por el bien de los ciudadanos se deben detener las confrontaciones ideológicas que no ayudan al desarrollo social y menos a la consolidación democrática.
Paulino Arellanes percibe una cierta “venganza” del poder federal en contra del mandatario poblano, quien años atrás “traicionó” a su partido, porque no le dieron la oportunidad de ser gobernador y fue cobijado por otro instituto político en el que no tuvo competencia para lograr la candidatura y luego ganar las elecciones, “porque no había actores políticos de envergadura en ese momento, por lo que tuvo la suerte de ser el candidato”.