Por una juventud renovada en la fe y que se comprometa con la Iglesia evangelizadora que pidió el papa Francisco en Brasil, se pronunciaron los más de 25 mil asistentes al XXVIII Encuentro Nacional Jóvenes con el Espíritu Santo (ENJES), donde se oró por un país sin hambre y sin violencia.

Durante el segundo día de trabajos en el encuentro que congrega a más de 25 mil jóvenes de todo el país, a la par de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realiza en Brasil, sacerdotes, religiosas y laicos hicieron el llamado a los asistentes para que utilicen la fe como arma ante los problemas y para que difundan la religión católica tal y como lo pide el obispo del Estado Vaticano.

Sergio Soto Vázquez, representante del movimiento, afirmó que a la evangelización iniciada por la Iglesia católica no la va a detener ni un sismo ante la necesidad de fe que tienen los mexicanos, pero sobre todo porque son jóvenes los se han integrado a la misión.

Señaló que después de 28 encuentros, lo que se ve, ahora que se habla más de una iglesia misionera, es que al proceso de evangelización no lo va a detener nada ni nadie, aun si ocurriera un sismo.

El representante del movimiento recordó cómo durante el evento más de 600 jóvenes estuvieron la semana pasada lo mismo recorriendo casa por casa, hospitales e incluso los penales para evangelizar.
Sostuvo que esos signos de esperanza con el trabajo de los jóvenes son los que necesita el país para terminar con la violencia en la que se ha visto inmerso.

En tanto, el sacerdote asesor del movimiento, Antonio Ortiz Romero, aseguró que se vislumbra un buen futuro siempre y cuando se continúe con las enseñanzas del evangelio, y no se dejarán vencer.

Indicó que esta lucha es pacífica y, pese a las dificultades que enfrentan los católicos, van a seguir adelante para llegar al corazón.

Al evento acudieron 24 mil jóvenes de las 75 diócesis del país, y recorrieron 36 comunidades parroquiales tanto urbanas como foráneas, además participaron en una mega marcha el pasado26 de julio.

El representante, quien es originario de Ciudad Juárez, expresó que en su lugar de origen ha habido en los últimos años cerca de 8 mil muertos a causa de la violencia, pero también hubo un número similar de jóvenes, los que se reunieron en fechas recientes para sumarse a la labor evangelizadora.

Sergio Soto expresó que ellos van a ser el contrapeso se la situación que se vive en el país, y será mediante la evangelización como se pueda contribuir a concientizar a la gente en el respeto y amor a sus semejantes.

Reiteró que los tiempos violentos existen y lamentablemente son más las noticias de este tipo las que se difunden que lo relativo al trabajo que hacen los grupos de buena fe por sus semejantes.
Señaló que ahora con la dinámica del papa Francisco los jóvenes van a tener una mayor participación por la cercanía que pidió que haya con la gente

Los organizadores explicaron que de los 24 mil asistentes, 17mil 500 eran foráneos, el resto de Puebla, y fueron familias poblanas las que dieron hospedaje a los asistentes.

Verdaderos discípulos

El obispo auxiliar de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, recordó que el encuentro tiene como objetivo principal dar respuesta al llamado que hace el documento de Aparecida a “ser discípulos y misioneros, para que todos los pueblos, en él, tengan vida”.

Comentó que es importante el llamado a la juventud y recordó al beato Juan Pablo II y al papa Benedicto XVI por ser los grandes promotores para que la Iglesia cuente con jóvenes que vivan esta experiencia, puedan enriquecerse y llevar su vivencia a sus diócesis, donde lo aprendido y experimentado pueda ser aplicado de tal forma, que puedan desarrollar sus propias “Avanzadas Evangelizadoras” dentro del marco de la Misión Continental.

Señaló que la arquidiócesis de Puebla tiene el mismo objetivo: la evangelización, para fortalecer la presencia de los jóvenes en las comunidades, así como promover la creación de nuevas comunidades carismáticas juveniles.

Explicó que entre las fases del encuentro se encuentra la “Avanzada”, que es un proyecto inspirado por el Espíritu Santo a nivel latinoamericano, el cual surge por la necesidad de una misión con frutos de conversión profunda entre los católicos.

El obispo reiteró el lema “Volvamos al Espíritu de Dios para que Él vuelva a nosotros”, y dijo que este es el camino que busca la Iglesia.