El Instituto Nacional de Antropología e Historia emitió recomendaciones a la arquidiócesis de Puebla para que refuerce las medidas preventivas en al menos 64 iglesias por las fuertes lluvias que se registrarán en los próximos días.

A pesar de las constantes lluvias generadas por los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, las iglesias de la capital se mantienen en buenas condiciones y sin riesgo de un derrumbe.

Sin embargo, las acciones de prevención deberán mantenerse por el resto de la temporada para descartar riesgos de derrumbes, sentenció el perito del INAH en Puebla, Sergio Vergara Berdejo.

El especialista indicó que gracias a la coordinación que existe entre los sacerdotes responsables de las 64 iglesias que existen en la capital se ha logrado mitigar el riesgo hasta el momento.

El perito del instituto recalcó que por instrucciones del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, se han logrado mantener con trabajos las principales iglesias y templos de la capital.

Pero recalcó que se han girado instrucciones para que se mantengan, de manera permanente, acciones de limpieza de techos, desazolve de las coladeras, así como la limpieza de las áreas de bajada de agua, así como intervenir los puntos de humedad que se vayan generando.

“Las iglesias de Puebla las tenemos bien trabajadas con los padres, principalmente el arzobispo nos ha ayudado mucho, hay pláticas con ellos cada semana y lo que se pide es el desazolve de las coladeras, quitar la hierba de la bajada de las aguas pluvial y cualquier tipo de humedad no tan grave nos avisan y vamos, no tenemos riesgo.”

El perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explicó que, del total de estos edificios religiosos, el templo de Santa Anita se encuentra en revisión constante, pues en estos momentos se hacen trabajos de intervención que por las lluvias se podrían retrasar.

Al igual que la iglesia de San Agustín, que se encuentra en monitoreo constante desde el sismo de 1999 y cuenta con puntos que se pueden convertir en un riesgo, derivado de que hay zonas en ruinas y otras donde hay estructuras de acero donde se puede filtrar el agua.

Sin embargo, Vergara Berdejo aseguró que hasta el momento todo se encuentra en tranquilidad, ya que los trabajos de reparación de la catedral de Puebla se realizan al interior del mismo, por lo tanto no existe riesgo alguno en un retraso o, en su caso, de atrasar la entrega de estas obras.

“Todo este programa empezó la semana pasada que ya nos llegó el recurso no sólo de la Catedral, sino de todos estos edificios que están en todo el estado, pero como están en custodia de la Iglesia, la Iglesia les da mantenimiento.”

En lo que corresponde a la Catedral de Puebla, detalló que en este momento se ha terminado la intervención para la reparación de las fisuras de la nave central, el cupulín de la bóveda de Tolsac, así como la parte integral del tambor central, donde se ubican las letras del nombre de la Virgen María, ya que estas fisuras fueron originadas en los sismos de 2010 y 2011.

Vergara Berdejo precisó que estos daños, con el paso del tiempo y sin un proceso de restauración, pueden ocasionar grietas más graves con efectos negativos mayores, pues se puede iniciar con la filtración de agua, que puede afectar el interior de la catedral.