Miles de mexicanos participan en las ceremonias de origen prehispánico del Equinoccio de Primavera, como una de las formas más arraigadas en el país para recibir la llegada de la primera de las cuatro estaciones del año.

Como cada año, en una costumbre ancestral, las cinco principales zonas arqueológicas del país: Chichén Itzá, Teotihuacan, Dzibilchaltún, El Templo Mayor y El Tajín se vieron colmados de miles de personas que acudieron a ser testigos de este evento solar, que indica la llegada de la primavera al país latinoamericano.

Este año, la entrada oficial de la primavera ocurrió el jueves pasado hacia las 10:57 horas tiempo del centro de México, por lo que desde temprana hora de la víspera esos lugares arqueológicos se vieron colmados de visitantes nacionales y extranjeros.

Como parte fundamental de este evento astronómico de origen prehispánico, miles de personas acudieron, principalmente este día, a recargarse de energía y ser parte de loas ceremonias del Equinoccio primaveral.

CHICHEN-ITZA, CAPITAL DE LOS ANTIGUOS MAYAS

Capital de los antiguos mayas que habitaron en la Península de Yucatán (este del país) durante el periodo Clásico (1200-1521), esta zona arqueológica es famosa por el espectacular juego de luces y sombras que cada año ocurre durante los equinoccios de primavera y otoño en una de las esquinas del imponente Templo de Kukukcán o El Castillo.

Durante aproximadamente 30 minutos, se observa en una escalera norte de ese templo una proyección solar serpentina, consistente en siete triángulos de luz, invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio, al ponerse el sol.

Las primeras sombras de los cuerpos superiores de la pirámide comienzan a dibujar los triángulos isósceles que conforman el cuerpo de Quetzalcóatl (Serpiente Emplumada).

Paulatinamente la sombra va avanzando hacia la cabeza en forma de serpiente, ubicada en la lparte baja de la alfarda.

Durante ese momento mágico, la serpiente de Kukulcán desciende por las escaleras de la Pirámide del cstillo de Chichén-Itzá en una de las zonas arqueológicas más atractivas del país latinoamericano.

TEOTIHUACAN, LA MAS VISITADA DE MEXICO

Ubicada en el central Estado de México, Teotihuacan está convertida en la zona arqueológica más visitada del país durante los últimos 10 años.

Se trata de un excelente lugar para recibir a la primavera. Al tratarse de uno de los centros ceremoniales más grandes del México antiguo, cualquier lugar -aunque no sea lo más alto de las pirámides del Sol o de la Luna-, es ideal para entrar en contacto con los rayos del astro rey.

La llamada "Ciudad de los Dioses" ofrece este evento solar: en el Templo de Quetzalpapálotl, un perfecto medido juego de luces y sombras hace que las almenas de la construcción iluminen ciertas partes de la misma.

Con ello, la serpiente emplumada -representada por los rayos solares- desciende en punto de las 12:00 horas, con lo que se marca el inicio de un nuevo ciclo de tiempo.

EN DZIBILCHALTUN, EL SOL APARECE AMANECIENDO

Cerca de la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán, se encuentra la zona arqueológica en la que, a pesar de ser poco conocida, ocurre uno de los fenómenos solares más impactantes que se tengan registrados en cualquier centro ceremonial del México antiguo.

Todo comienza alrededor de las 05:00 horas tiempo local, cuando el Sol aparece por el lado oriente.

Poco a poco, a través de las ventanas y puertas del Templo de las Siete Muñecas se aprecia cómo la silueta del Sol avanza hasta posarse detrás de ese edificio.

De contar con un cielo nublado, el espectador puede apreciar la asombrosa imagen del Sol atravesando y enmarcando la construcción en un fantástico espectáculo.

De modo exacto, la presencia del astro rey indicaba a los mayas el cambio de estación y con ello, la llegada de la primavera mexicana.

TEMPLO MAYOR, EL MAS IMPORTANTE DE LOS AZTECAS

Ubicado en el centro de la capital del país, el Templo Mayor es el edificio más importante de la cultura azteca, el cual está convertido en un excelente escenario para recibir a la primavera.

En lo que fue la ciudad México-Tenochtitlan, cada 21 de marzo se recrea el descenso del Dios Huitzilopochtli, quien, a las 12:00 horas, entrega su fuerza cósmica estelar.

Cientos de visitantes fueron testigos este día de cómo el Sol, al salir por el rumbo del Este, proyectó sus incipientes rayos por entre los dos templos dedicados a Tláloc y a Huitzilopochtli, respectivamente, que lucían en lo alto del gran conjunto prehispánico.

EL TAJIN, SITIO IDEAL DEL EQUINOCCIO

Esta zona arqueológica, una de las cinco más importantes del país, fue escenario natural de la llegada de la primavera.

El sentido místico se lo otorgaron sus antiguos pobladores, y hoy los modernos mexicanos hacen de él el escenario ideal para presenciar el Equinoccio de Primavera.

Mientras los primeros rayos de la primavera calientan la tierra mexicana, los visitantes recibieron su energía y observaron la magnífica Pirámide de los Nichos, la cual -por sus más de 360 oquedades que recuerdan al calendario solar- es una construcción erigida para venerar al astro rey.

Así, miles de personas, en su mayoría vestidos de blanco con adornos de color rojo, hicieron de este Equinoccio de Primavera un motivo para recargarse de energía, en medio de rituales, danzas, ceremonias de encendido del fuego nuevo.