La mariguana es la droga ilegal de mayor consumo en el Distrito Federal, sin embargo, no existe una investigación que cumpla con todos los protocolos científicos para determinar posibles beneficios, afirmó Rafael Camacho Solís.
El director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) en la ciudad de México agregó que ante esto “es muy importante promover la investigación científica para ratificar o evitar algunas recomendaciones de uso médico”.
Indicó que de acuerdo con cifras de una encuesta que el instituto lleva a cabo entre jóvenes, el consumo de esta sustancia no ha dejado de crecer desde hace varios años, “a veces más rápido y a veces menos rápido, pero siempre ha crecido”, puntualizó.
En este sentido Alfonso Jesús García Pérez, integrante del frente de organizaciones Mariguana Liberación, agregó que entre sus propuestas sobre el tema en la capital del país está la realización de una investigación de este tipo.
“Para el Distrito Federal tenemos la propuesta de un protocolo de investigación científica sobre el consumo; nuestra postura es que no existe ninguna investigación científica en México a favor ni en contra, o simplemente para describir los efectos o las propiedades que tenga el consumo de la mariguana”, enfatizó.
Al respecto, Camacho Solís manifestó que en esto podría contribuir la iniciativa que presentó el senador Mario Delgado el pasado mes de marzo, con la que se busca evitar, entre otras cosas, las limitaciones que existen para la investigación científica.
En tanto la directora del Instituto de la Juventud, María Fernanda Olvera Cabrera, señaló que si bien la mariguana no representa una preocupación como el caso del consumo desproporcionado del alcohol, esta droga se encuentra en el tercer lugar de consumo por debajo del vino y el tabaco.
Así lo reveló, dijo, la “Consulta de Tendencias Juveniles 2013”, practicada por el organismo a su cargo a 300 mil jóvenes de entre 18 y 23 años de edad.
Manifestó que el lugar que ocupa la mariguana entre el consumo de los jóvenes podría obedecer “a una tendencia que me parece que no solamente se ubica en la ciudad de México, sino a nivel global; se habla de que cada vez hay mayor consumo”, agregó.
Señaló que ello no necesariamente significa que se esté hablando de una adicción, pues “hay una diferencia importante entre un uso y un abuso, por lo que hay que ser cuidadoso al momento de interpretar estos datos”.
A este respecto, Camacho Solís explicó que tradicionalmente se ha diferenciado entre el uso, abuso y dependencia, donde el uso puede ser experimental, ocasional o recurrente.
Añadió que en el uso recurrente o frecuente es donde “hay dos posibilidades: que genere o no problemas” el consumo de la droga en los distintos ámbitos en los que se desenvuelve el consumidor, como el social o el laboral.
“Todas las personas tenemos el riesgo de que ante el sentimiento despiertan las drogas, podemos seguir usándolas y llegar más allá de lo que quisiéramos”, concluyó.