Utilizado en el grabado de piezas de vidrio, en la joyería y la industria petrolera para aumentar el octanaje de las gasolinas, el ácido fluorhídrico requiere de medidas de seguridad e higiene estrictas para evitar afecciones a salud humana dado que por su alto poder corrosivo deja daños irreversibles.

La doctora investigadora del Hospital Central Sur de Alta Especialidad de Pemex, Gladis Martínez Santiago, indicó que a nivel nacional es necesario hacer una revisión de las medidas de manejo de esta sustancia, pero también de la atención médica para evitar daños colaterales.

En el rubro de seguridad para materiales peligrosos, el ácido fluorhídrico está en el último nivel que es la escala cuatro, por lo que una gota, por más pequeña que sea, puede provocar daños irreversibles a la salud, incluso cegar la propia vida, aseveró. 

En la actualidad, explicó, se estudia el caso de una mujer a la que le cayeron unas gotitas, cuando se retiró el traje protector, luego de intervenir en la fuga en un ducto que contenía este ácido. A 11 años de ello, y a pesar de muchas intervenciones médicas y estéticas, existe una lesión en la cara que se agrava.

Este, detalló, es un caso emblemático, pues además de tener un daño físico, también es psicológico, pues le ha crecido en la cara una especie de tumor con un “olor extraño”, lo que fue motivo de abandono por parte del esposo.

Agregó que lo que ha llamado más la atención, es que al parecer también presenta un problema cancerígeno, el cual se estudia para determinar si fue producto de un inadecuado uso del gluconato de calcio, sustancia que se utiliza como antídoto al ácido fluorhídrico.

El ácido fluorhídrico es tan corrosivo que una fractura, casi imperceptible en el guante durante su manejo, ha provocado que este filtre y provoque la pérdida de los miembros de la mano de un trabajador de la industria de la joyería.

En la fabricación de lentes o en el grabado de instrumentos de medición de vidrio que se utilizan en la industria química o médica, se incluyen entre los múltiples empleos que tiene esta sustancia, en el que es necesario reforzar medidas de seguridad en su manejo.

“Cuando una persona tiene contacto directo con esta sustancia, tenemos apenas 10 segundos para aplicar el antídoto y lavar a chorro el sitio de contacto, de lo contrario esta persona podría incluso perder la vida, de ahí la importancia de reforzar las medidas para su manejo”, manifestó.

Sin embargo, reconoció que aún se requiere de mucha investigación médica para fijar, por ejemplo, estándares de aplicación del antídoto, ya que ello podría ser causa de estímulo a la aparición de cáncer.

“No hemos podido avanzar mucho debido a la agresividad de la sustancia y en cuyos procesos de investigación sólo se pueden usar ratas, es decir, no se puede experimentar en seres humanos pues el antídoto en cantidades inadecuadas también podría afectar la salud de los pacientes”, indicó.

Hasta el momento, consideró, la mejor manera de evitar accidentes es reforzar las medidas de seguridad laboral y para ello es necesario capacitar a las personas que manejan esta sustancia.