El municipio Atlixco revivió sus procesiones religiosas más representativas del Viernes Santo: la del Silencio y la de los Engrillados.

Poco después de las 09:00 horas inició la Procesión de los Engrillados, la cual partió del ex convento de San Francisco y recorrió las principales calles del centro de Atlixco, en promedio poco más de un kilómetro.

Isabel Santos Torres, directora de Promoción y Comunicación Turística del municipio de Atlixco, informó que esta procesión suma ya más de 60 años de celebración y en esta ocasión participaron en total 80 personas de diferentes edades.

“Son hombres que están cumpliendo una manda, por ello salen encapuchados, porque para ellos es más importante cumplir con su cometido y evitar protagonismos, por eso se cubren el rostro y aguantan el dolor en señal del sacrificio que hizo Jesucristo”, dijo la funcionaria municipal.

Además de la capucha portan un taparrabos, y en las muñecas de las manos y tobillos sostienen grilletes de gran peso que arrastran descalzos durante todo el recorrido que dura cerca de cuatro horas; mientras que en los brazos, pecho y espalda tienen clavadas pequeñas cactáceas de la región.

“En estas mandas también participan algunos migrantes que viven en Estados Unidos y que cada año, con motivo de la Semana Santa y a fin de cumplir con la manda, regresan únicamente para participar en esta procesión”, relató tras apuntar que este sacrificio es admirado por más de cuatro mil visitantes al municipio.

Antes de participar en esta procesión los hombres, en promedio de 16 a 65 años de edad, se preparan física y espiritualmente para poder participar en esta manda. Realizan ayuno, ejercicio físico y preparación espiritual, por lo que no pueden hablar con terceras personas durante el tiempo de preparación y previo al recorrido.