El pasado jueves, miles de poblanos celebraron a la Virgen de la Merced, patrona de los poblanos que caen en el vicio del alcohol y que acuden a ella para “jurar” y dejar la bebida durante un lapso de tiempo. En la misa solemne, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa pidió por la redención de los poblanos que han caído en los vicios, y encomendó su presente y su futuro a la Virgen de la Merced, intercesora de los casos difíciles de alcoholismo y de la drogadicción.

El padre Miguel Ángel López Álvarez aseguró que los adictos llegan a jurar. “Están los juramentos de las personas que tienen problemas de alcoholismo, de drogas o de algún vicio, vienen a jurar para alejarse del vicio, para trabajar ese aspecto de su persona e ir dejando el vicio”. Reveló que diariamente llegan muchos y lo hacen a través de una oración, donde el sacerdote les da la bendición y eso les va ayudando en su proceso de liberación.

Como redentora de cautivos, dijo fray Miguel Ángel López Álvarez, la Virgen de la Merced ayuda a las personas para superar sus vicios. “La gente siente a través de ella los favores de Dios, y muchos han sido beneficiados por los bienes de su salvación”.

Durante la coronación de la imagen de la Virgen de la Merced, el arzobispo hizo oración por los poblanos y los mexicanos cautivos de algún vicio.

"Somos peregrinos y María nos acompaña, es un evento gozoso, es muestra de que vamos caminando hacia el cielo”.

La procesión

Por la tarde del jueves, la Virgen de la Merced salió en procesión por las calles del centro, y recorrió desde la 10 Poniente hasta la 2 Norte, bajó en la 8 Oriente y posteriormente llegó a la 2 Poniente, para después tomar la 5 Norte y llegar a la iglesia en su honor.

La celebración es muy concurrida, sobre todo por los alcohólicos, que buscan salir de esa adicción. “La fiesta en honor a la Virgen de la Merced empezó el día 23 de septiembre a las 10 de la noche, con el rezo del rosario; termina el rosario y se dan tamales a las personas que nos acompañan”, dijo Miguel Cortés Leal, coordinador de los ambulantes. Posteriormente, llega el mariachi, y a las 12 de la noche entran “Las Mañanitas”, donde el padre da inicio a la fiesta en honor a la Virgen de la Merced.

Apoyo a teporochos

La Virgen de la Merced, dijo fray Miguel Ángel López Álvarez, fue fundadora de la orden de La Merced, en España, y tiene como carisma la rendición de los cautivos. “En la actualidad, el carisma se ha actualizado en la pastoral penitenciaria, con los niños de la calle y de los colegios”, además del apoyo a las personas que tienen vicios como el alcoholismo y la drogadicción.

Los integrantes del comité organizador revelaron que la mayoría de los devotos son poblanos. “Los católicos no podemos hacer a un lado a la madre de Dios porque, como saben, nuestro pueblo es muy mariano”.

La celebración empieza el 23 de septiembre, con el rezo del rosario, y a las 12 de la noche se cantan “Las mañanitas” con el mariachi. “Todo el evento es apoyado por la organización de ambulantes Fuerza 2000, que somos aproximadamente unos 600 comerciantes”, reiteró Miguel Cortés Leal, su dirigente.

Fray Miguel Ángel aseguró que el 24 de septiembre continúan los festejos, desde las 8 de la mañana, con la primera misa, y a las 7 de la noche es la eucaristía solemne, encabezada por el arzobispo poblano, Víctor Sánchez Espinosa.

Catolicismo vigente

El padre Miguel Ángel aseguró que la fiesta de la Virgen de la Merced es parte del fervor que tienen los católicos por la Iglesia. “Es una muestra que el catolicismo sigue tan vigente que en sus inicios, pero tenemos que hacer todavía más por los poblanos y mexicanos en general”.

Reveló que la devoción a la Virgen de la Merced es el amor a María, la madre de Dios, por eso se le honra de esta manera, con música, con antojitos mexicanos y con una fe pocas veces vista en la capital poblana, “es una celebración de mucha fe, de mucha devoción y de mucho amor”.

“La Iglesia nos recibe y nos acompaña”

Uno de los devotos a la virgen de La Merced, Marcos Fernández, reveló que “los alcohólicos tenemos problemas con nuestra familia y para estar bien con la familia hace falta un poco de descanso para nuestro cuerpo y para nuestra familia”, por eso, dijo que hace tres años decidió acudir a la iglesia de la Merced.

“Aquí me recibieron con los brazos abiertos”, aseveró. En esta iglesia, dijo, le ayudaron para curarse e irse alejando del vicio. “La iglesia nos recibe y el padre nos acompaña, porque aquí el que va a jurar tiene que oír misa, y el padre lo acompaña para su juramento”.

La advocación

La veneración a la Virgen de la Merced surgió en el año 1218 gracias a la orden religiosa de los Mercedarios, en Barcelona (España). En 1609, el papa Inocencio XII extendió la fiesta a toda la Iglesia y la fijó el 24 de septiembre.

El templo

En 1575, los religiosos mercedarios obtuvieron la autorización formal para establecerse en la Nueva España, para 1598 el obispo de Puebla, don Diego Romano, los recibió y les otorgó dos solares donde estaba construida una ermita dedicada a los santos médicos Cosme y Damián, con la condición de conservar esa advocación para la ermita o cualquier otro templo que se levantara. Ese mismo año llegó Fray Juan de Herrera, quien recolectando limosnas compró los demás solares de la manzana. La ermita fue demolida, iniciándose la construcción del templo en 1607, quedando terminado y consagrado en 1659; se le denominó convento de San Cosme y San Damián del Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de los Cautivos.