Las clases virtuales han puesto en jaque a las madres y padres de familia, quienes tienen que dividir su tiempo entre el trabajo y el acompañamiento a los menores de edad, especialmente los pequeños de preescolar y primaria, quienes comienzan a relacionarse con las tecnologías de la información y quienes por su edad son más inquietos y de difícil concentración; sin embargo, es incierta la fecha de regresos a las aulas, pues no hay vacuna y seguridad sanitaria ante la pandemia del Covid-19.
Alejandra es madre de Ney, Alison y Derek, el primero de ellos cursa el segundo grado de primaria, la segunda el tercer grado de preescolar y el pequeño se quedó fuera de este ciclo educativo, debido a lo complicado que sería el uso de las tecnologías de la información en su primer grado de preescolar y porque eso implicaría adquirir equipos de cómputo en tiempos de bajos ingresos.
“Solo inscribí a los dos hermanos mayores porque en el caso de Derek, el menor de los tres, no tendría tanta atención en primer grado de preescolar, juega, se distrae, mejor el siguiente año ya que entre a segundo. Es difícil porque a mi niño el mayor le ayudó a sus clases en primaria y después sigo con las clases de mi niña de preescolar, tengo que estar atenta a los dos al mismo tiempo, a esto se suma la atención que debo ponerle al más pequeño en casa”, señaló.
Las clases en línea han sido un proceso complicado, no solo para las madres trabajadoras quienes tienen pequeños, especialmente en preescolar y los primeros grados de primaria, sino para las madres que tienen más de dos hijos en grados escolares, pues requieren el acompañamiento de un adulto. Alejandra explica que es difícil el proceso de aprendizaje, especialmente cuando se tiene a más de un hijo.
“Las tareas las mandan por whatsapp, pero les dejan demasiada. Hay cosas que no entiendo y me apoyo de internet, pero no es lo mismo que yo le explique a que le explique la maestra en el salón. Los niños ya están aburridos, extrañan su salón, se estresan porque quieren convivir con sus compañeros y quieren salir, pero prefiero mantenerlos encerrados a que se enfermen”, refirió.
Alejandra relató que, además de atender las clases virtuales, tuvo que renunciar a su trabajo en una fábrica, pues no le daría tiempo atender a sus niños y las tareas del hogar, por lo que confía en que pronto termine esta pandemia.
La pandemia del Covid-19 no solo ha dejado a más de 3 mil 800 personas fallecidas en Puebla o ha provocado crisis económica para las familias, pues también pega en el aprendizaje efectivo de los menores de edad, pues los programas educativos en televisión abierta en los que el Gobierno Federal gastó millones de pesos, es solo un complemento, pues las clases deben cumplirse a distancia, con complicaciones para los jefes de los hogares quienes tienen que comprender los diferentes temas para entonces explicarlos y apoyar a sus hijos en sus tareas.
Escasean tablets y computadoras portátiles en tiendas
Las tablets se ofertan desde los mil 500 pesos hasta los 10 mil pesos, pero en tiendas como Elektra o Coppel están agotadas, al menos las de mejores marcas, pues aunque hay tablets de otras marcas y económicas, los padres de familia las rechazan por ser de menor calidad.
No obstante que, en tiempos de pandemia la economía de las familias ha sido complicada por la reducción de trabajo o el desempleo, por lo tanto el poder adquisitivo de las familias.
Incierto el regreso a clases presenciales
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, refirió que noviembre es una fecha tentativa para el regreso a clases; sin embargo, esto dependerá de los números de contagios de la pandemia del Covid-19, pues las actividades se han ido regularizando conforme lo marca el monitoreo estatal.
“Noviembre a ver si es posible y cuando haya condiciones de seguridad, ya vieron que el tema de la vacuna no es tan fácil, ya vieron como hay una pausa en las pruebas finales de la utilizada en México”, dijo el gobernador.
Cabe recordar que, desde marzo los estudiantes han tomado clases virtuales, producto de la pandemia, por lo que se espera semáforo verde para volver a las aulas.