El 2 de febrero se conmemora en la comunidad católica el Día de La Candelaria, fecha en la que se tiene la tradición de comer tamales tras la Rosca de Reyes el 6 de enero y que también vestir al Niño Dios.

El Día de La Candelaria marca fin de la época de las celebraciones navideñas y abre paso al inicio de la temporada de Semana Santa con el Miércoles de Ceniza, la Cuaresma y los llamados "días mayores".

En esta fecha cientos de personas se reúnen en las iglesias y lugares en específico para mostrar el ropaje del Niño Dios. 

¿Por qué se viste al Niño Dios el Día de La Candelaria?

De acuerdo con algunas versiones, la fiesta de La Candelaria significa que el Niño Dios debe revestirse con nuevas ropas, pues se cumple el periodo de los 40 días a partir del nacimiento el 25 de diciembre. 

La Iglesia Católica señala que la vestimenta original es blanca, por lo que el 2 de febrero las figuras del Niño Dios son llevados a misa acompañados de romero y después regresan al lugar al que pertenecen.

De acuerdo con algunos expertos en materia religiosa, las vestimentas más demandadas año con año en el país son San Judas Tadeo y Sagrado Corazón de Jesús (detalles en rojo).

Los festejos de La Candelaria o de las Candelas se recuerda la presentación del Niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María.

Los orígenes de esa celebración se remontan al siglo IV en Jerusalén y en Roma se incluyeron procesiones como parte del ritual. En México se conmemora desde los inicios del virreinato.

¿Qué es el Día de La Candelaria?

El Día de La Candelaria es una fiesta popular celebrada por los católicos, que conmemora la presentación de Jesús en el Templo, la Purificación de la Virgen después del parto y la Virgen de La Candelaria, advocación mariana aparecida en Tenerife en España, en el siglo XV.

En México más allá de una celebración con tintes religosos, también se convirtió en una fiesta social. Luego de la Rosca de Reyes, el 6 de enero, aquellos que les salió el muñeco en dicho platillo, deben pagar con tamales el 2 de febrero.

En algunos estados del centro de México se acostumbra vestir al niño Dios del nacimiento navideño y llevarlo a oír misa. Después de eso es colocado en un nicho donde permanecerá el resto del año.

Por la emergencia sanitaria del coronavirus, la Iglesia Católica en México pidió que en este 2021 no asistan a misa para evitar aglomeraciones y contagios.