En los últimos 10 años, la tasa de participación económica de las mujeres en México aumentó al pasar de 33.5 por ciento a 49.1 por ciento, sin embargo, durante el año pasado más de un millón de mujeres perdieron su empleo, lo que significó la disminución del 5.2 por ciento en la cifra de féminas ocupadas en el país.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a propósito del Día Internacional de la Mujer, señalan que del total de trabajadores independientes del sector terciario o de servicios, 81.2 por ciento son mujeres, las cuales se ocupan en actividades de comercio, restaurantes o servicios diversos. 

Estas actividades se vieron afectadas desde el año pasado con la llegada del Covid-19 a México, pues se implementaron medidas para contener la pandemia, lo que generó –en algunos casos– el cierre temporal o definitivo de estos trabajos y “las trabajadoras independientes se han visto particularmente afectadas por la suspensión de actividades no esenciales”, recoge el instituto.

Las mujeres propietarias de un establecimiento micro, pequeño y mediano (Mipymes) representan un 36.6 por ciento, sin embargo, estos negocios concentran apenas el 15.2 por ciento del valor agregado censal bruto, pues 8 de cada 10 de estos emplean máximo a dos personas. 

Por si fuera poco, estos negocios  tienen poco acceso al crédito para conseguir sus emprendimientos, pues sólo 12 de cada 100 establecimientos obtuvieron un crédito o financiamiento.

Salario de trabajo en casa

De acuerdo al Inegi, el valor de mercado de las labores que realizan las mujeres para sus hogares es en promedio de 5 mil 190 pesos mensuales, lo que anualmente representaría un total de 62 mil 280 pesos al año.

Al no percibir remuneración por estas labores, cada mujer genera un ahorro para el hogar de 62 mil 280 pesos al año”, indica el informe.