Al hacer un nuevo llamado a la defensa de la vida desde la concepción, el arzobispo de Puebla, Victor Sánchez Espinosa, advirtió que únicamente con el amor filial se derrotará a esos enemigos falto de valores que sin manifestarlo abiertamente, impulsan aniquilar la existencia.
Pidió a los esposos amar a sus esposas como el primer día en que se conocieron, a las esposas amar a sus esposos y a los hijos amar a sus padres para enfrentar positivamente los retos impuestos por personas que intentan acabar con los valores esenciales del ser humano.
La unión familiar propiciada por ese dinamismo de padres y madres cercanos a los hijos, creará un panorama social alejado de caer en las tentaciones de los enemigos de la vida .
Desde la Catedral Metropolitana de Puebla, priorizó que a través de ese ejemplo se enseñará la senda de la vida y perdón a los hijos.
Sánchez Espinosa oró tanto por las padres que ya se adelantaron en el camino como por los que aún están vivos, en particular, por quienes están padeciendo diferentes complicaciones en medio de la contingencia sanitaria generada por la pandemia del Covid-19.
“Pidamos por nuestros papás; si son difuntos para que ya estén gozando de la presencia de Dios; si son vivos para que el señor los bendiga, para que el señor los cuide, para que el señor les de la salud”, subrayó.
Refrendó que se debe de elevar plegarias por los padres para que Dios los ayude y los tenga gozando de su presencia; además por los papás vivos para que sean padres que quieran a sus hijos; unos padres que estén siempre presentes.
"Pues que ojalá sepamos poner en práctica esta enseñanza y que hoy nos da el Señor ante las dificultades que estamos viviendo urge que todos juntos colaboremos en la búsqueda de soluciones para enfrentar todas las emergencias que estamos pasando, la emergencia sanitaria, la emergencia familiar, la emergencia educativa, la emergencia económica a favor de nuestros hermanos".
El Arzobispo —refrendó— que ante las dificultades que se están presenciando como esos ataques de personas que sin declarar abiertamente atacan a la vida desde el primer minuto de la concepción, al adoptar formas de pensamiento y actitudes de ciertos grupos.
Bajo ese panorama, subrayó, que este tiempo debe ser de unidad, de reconciliación, pero no de polarización.
"Ahora es un tiempo de caminar juntos y no hay otra opción queridos hermanos, lo hemos expresado muy bien en la oración del principio de la Santa misa en la que nos dirigimos al Señor (...) le hemos pedido que en medio de esta volatilidad social nos ayude a salir adelante con los valores humanos".