En los últimos cuatro días, el volcán Popocatépetl ha registrado ocho explosiones, dos diarias y hasta 200 minutos de tremor en promedio cada 24 horas.

Así se aprecia en los informes diarios del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), donde se tienen contabilizadas 335 exhalaciones en la última semana.

El organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob) informó que en las últimas 24 horas se detectaron 74 exhalaciones, acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y en ocasiones de contenido de ceniza.

Adicionalmente detalla que en ese mismo lapso se registraron 160 minutos de tremor de amplitud baja a moderada, acompañado de emisión continua de vapor de agua, gas y bajo contenido de ceniza.

Incluso la columna de la exhalación alcanzó una altura de un kilómetro, además de que ocurrieron dos explosiones registradas este domingo.

Una fue catalogada como explosión menor a las 7:20 horas de este 3 de septiembre y la otra moderada a las 4:42 horas del mismo día.

Durante la mañana del domingo y al momento del reporte se observó una emisión constante de vapor de agua y gases volcánicos con dirección oeste-suroeste.

Por lo tanto, el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl se encuentra en Amarillo Fase 2.

Detalla Cepapred que la información publicada es el resultado del monitoreo permanente al volcán Popocatépetl, que se realiza coordinadamente con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Por lo tanto, pide no hacer caso a rumores y estar atentos a la información oficial que emita el Cenapred y la Coordinación Nacional de Protección Civil en sus cuentas oficiales.

Los escenarios previstos para esta fase son:

  • Algunas explosiones de tamaño menor a moderado
  • Ocurrencia de tremor de amplitud variable
  • Lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones -circundantes y en algunas ciudades más lejanas
  • Expulsión de fragmentos incandescentes dentro del radio de exclusión de 12 kilómetros
  • Podría esperarse la ocurrencia de lahares que bajen por las cañadas, debido a la acumulación de ceniza en las laderas y su interacción con las lluvias esperadas en las próximas semanas
  • Posibilidad de flujos piroclásticos que no alcancen poblaciones