En municipios como Puebla, Atlixco, San Pedro y San Andrés Cholula, Huaquechula y Xochitlán, las celebraciones por el Día de Muertos siguen tan vibrantes como siempre. Año tras año, estas localidades ven la llegada de miles de turistas nacionales e internacionales que buscan vivir de cerca estas antiguas tradiciones.
Desde la instalación de ofrendas hasta desfiles de catrinas, cada rincón se prepara para recibir a “Todos Santos” o “Fieles Difuntos” en un ambiente de cultura, fiesta y colorido folclor. La visita de familiares que "se adelantaron al Mictlán" es una tradición profundamente arraigada en México, y Puebla honra esta costumbre con especial fervor.
Velada en Xochitlán
Durante las noches del 1 y 2 de noviembre, la comunidad de Xochitlán en la mixteca poblana se reúne en los panteones para pasar la noche junto a sus fieles difuntos. Los habitantes decoran las tumbas con flores de cempasúchil y veladoras, creando un ambiente festivo y de comunión con sus seres queridos.
Muchos deudos llevan comida o música, e incluso contratan mariachis para recordar a los fallecidos con sus canciones favoritas. La noche en el panteón simboliza la espera de las almas, quienes son guiadas por la luz de las veladoras y el aroma de las flores y el incienso.
La ceremonia inicia con una misa nocturna para bendecir los sepulcros, seguida del encendido de veladoras que, junto con oraciones, iluminan el camino para los difuntos. A las seis de la mañana del 2 de noviembre, el sacerdote regresa para oficiar la Misa de Gallo, y esa misma noche, los habitantes realizan un baile popular para despedir a sus seres queridos hasta el próximo año.
Huaquechula: Fe y turismo
En Huaquechula, además de los familiares, miles de turistas se congregan para admirar los Altares Monumentales, que en este 2024 suman 29 y han sido montados en casas donde algún familiar falleció este año.
Los visitantes pueden llevar flores o veladoras, y en muchos altares se les invita a compartir comida en honor a los difuntos. La tradición marca distintas fechas para cada altar: el 28 de octubre se recuerda a quienes murieron en accidentes, el 31 a niños y jóvenes solteros, el 1 de noviembre a adultos mayores, y el 2 de noviembre a todas las ánimas.
Estos altares, de tres niveles, simbolizan lo terrenal, el alma y el ámbito espiritual, decorados con alimentos, bebidas, hojaldras, pan de muerto e imágenes religiosas. La devoción de las familias se refleja en cada detalle, desde las flores hasta las fotografías que honran la memoria de sus seres queridos.
Sendero al Mictlán en San Andrés Cholula
El Sendero al Mictlán se ha convertido en una tradición en San Andrés Cholula, donde miles de personas visitan el Parque Intermunicipal para recorrer un camino entre catrinas, flores de cempasúchil e incienso.
Este festival busca mantener viva la memoria de quienes ya partieron, ofreciendo actividades culturales, artísticas y gastronómicas. Destacan enormes catrinas de más de seis metros y calaveras monumentales, además de una catrina en bicicleta, un símbolo de la vida cotidiana en San Andrés Cholula.
También se han colocado catrinas monumentales en zonas como Lomas de Angelópolis, Sonata, Tonantzintla, Acatepec y el centro del municipio, invitando a todos a ser parte de esta celebración.
Puebla Capital: Camino al Mictlán
La capital de Puebla se viste de tradición con altares, papel picado, velas y flores de cempasúchil en el evento “Camino al Mictlán”. A lo largo de la calle 3 Poniente, desde la 16 de Septiembre hasta la 4 Sur, se recrean las nueve etapas que, según la tradición, las almas deben recorrer para alcanzar el descanso en el inframundo mexica.
Además de atraer turistas, este recorrido busca fomentar una comprensión más profunda de las raíces prehispánicas de México. Se espera la llegada de más de 750 mil visitantes y una derrama económica de mil millones de pesos.
El Corredor de Ofrendas del Centro Histórico, con más de 20 altares distribuidos por el centro de la ciudad, complementa la oferta cultural, atrayendo a miles de personas para sumergirse en esta temporada que celebra la vida y la memoria de los que ya partieron.